Capitulo 7: ¿Celos?

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Después de un par de minutos mirando hacia la mansión, Dominique había contado a cada hombre que custodiaba el lugar, para saber de cuánto serian la perdida, si se quedarían muchos o pocos cuando se fueran con Tony. Cada detalle, por mínimo que fuera, podía ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

De repente, sintió que colocaban algo con cuidado en su cabeza y se sobresaltó, su mano instintivamente fue a la culata de su pistola oculta, hasta que se dio cuenta de que era una gorra. Vió a Wesker apoyarse a su lado.

—¿Qué me mira? —Se quejó con un tono juguetón, con su mirada fija en la mansión —. Hace calor y el sol le está haciendo daño en los ojos.

—Muchas gracias, Wesker —Dijo simplemente con voz suave. Pero recordó algo que había escuchado, Armiche no era exactamente el más silencioso a la hora de hablar —. ¿Estabas celoso de Aleksander? Porque si es así, se vió muy gracioso.

—Claro que no —Frunció el ceño y por primera vez desde que se había ido, la miró a los ojos —. No soy una persona celosa.

Bien sûr, et je suis pure et chaste —Murmuró la morena, su voz baja pero clara, con una sonrisa burlona jugando en sus labios.

El tiempo parecía moverse lentamente, y después de media hora, al tener el número exacto de hombres en la casa, los agentes se retiraron del lugar para darse un baño y quitarse la tierra de encima. El nuevo trío de mejores amigos habían comenzado a insistir sobre dar un paseo por la ciudad, una distracción de la misión que les esperaba.

Wesker se había negado rotundamente, con una expresión seria, mientras que Dominique no dio ni un sí ni un no, su mente aún en el plan de como sacar a la pequeña Miranda.

Aleksander habló sobre ir por la noche a un club que vio cuando salió a dar un pequeño paseo en la mañana, sugiriendo que podrían ir y tomarse unas copas, pasarlo bien antes de una misión posiblemente suicida.

La idea era tentadora, una noche de despreocupación y risas antes de sumergirse en la oscuridad que les esperaba.

La morena al final decidió decirles que le parecía bien un paseo y incluso propuso almorzar en algún puesto.

Vera y Armiche miraban todos los lugares con atención, tomándose la libertad de ver algunas tiendas que habían.

Todos recorrían la ciudad con bastante tranquilidad. Hasta que el castaño vió algo que lo hizo querer saltar de la felicidad.

Le dió un codazo a la rubia para capturar su atención, y Vera casi lo golpea para regresarle el golpe, pero el castaño le señaló al frente para que mirara lo mismo que él.

Dominique había tomado la mano de Wesker y lo había llevado un poco más lejos de ellos para enseñarle algo. La directora lo había hecho de manera natural, ya que últimamente se habían acostumbrado al tacto del otro.

Pero al sentir unos ojos fijos en ellos se giró y miro la enorme sonrisa de Armiche haciendo que lo soltará disimuladamente, no quería alimentar la imaginación no tan errónea del joven castaño. Además debía ser profesional ante sus agentes.

De pronto Dominique dejo de caminar, todo su cuerpo se tenso al reconocer aquel rostro. Había un hombre con vestimenta negra y roja, siendo escoltado. Este lugar no es uno al que las personas con dinero suelen frecuentar, es una calle llena de restaurantes y tiendas de todo tipo.

Dominique, Wesker, Armiche y Vera se acercaron disimuladamente, estaban a unas cuadras de distancia, así que no lograban escuchar lo que le estaban diciendole a aquel hombre que dedujeron que era el dueño de la tienda. Segundos después comenzaron a caminar aquellos hombres vestidos de negro junto al hombre vestido del traje rojo y negro se comenzaba a girar hacia donde estaban ellos.

Eyes For You (Domisker) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora