Capitulo 21: Mal presentimiento.

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Se despertó al sentir un peso cálido y familiar sobre su pecho. Lentamente comenzó a abrir sus ojos, permitiendo que la luz que se filtraba por las cortinas se colaran bajo sus pestañas.

Lo primero que vio fue la cabeza de Tueur descansando sobre su pecho. El perro al sentir a la directora moverse levemente, levantó ligeramente la cabeza y la miró para verificar si la mujer estaba despierta.

Dominique sonrío débilmente, extendió una mano para acariciar el suave pelaje blanco de Tueur y en respuesta el perro comenzó a mover la colita con entusiasmo, ya que siempre le hacía felíz que la morena lo acariciara.

Se había tomado dos días para descansar, realmente le había hecho falta tomarse un respiro. Los eventos recientes habían sido algo intensos y agotadores, dejándola con una carga sobre sus hombros.

Apartó con cuidado al Wolfdog de encima y se levantó lentamente de la cama, sintiendo como cada uno de sus músculos protestaban por el esfuerzo.

La verdad es que cada vez se le hacia más difícil dormir y cuando lo lograba al despertar sentía todo su cuerpo pesado.

Caminó hacia la ventana para deslizar las cortinas. La luz del sol inundó la habitación haciéndola cerrar los ojos ya que la luz choco directamente contra sus ojos.

Fue hacia su armario y se cambió de ropa para ir a correr como lo hacía todas las mañanas, solo que ahora tenía la compañía de un fiel seguidor peludo.

Cuado regresar al edificio tomo una ducha, se vistió con lo primero de su armario, desayuno y salió para ir a las oficinas del SNI.

Casi olvidaba su móvil así que regreso a su habitación para tomarlo. Encendió la pantalla y le bajó el brillo por qué casi la dejaba más ciega de lo que ya estaba.

Se sorprendió al ver la hora, eran las doce de la tarde.

Noto que tenía un par de mensajes de "Rubia" quejándose porque no le había permitido entrar al departamento los últimos dos días y se tuvo que quedar con Sara en una de las casas protegidas.

Iba a salir del departamento cuando Tueur comenzó a llorar y no le tocó de otra más que llevárselo con ella al trabajo. Tomo las llaves del auto de Aleksander ya que en la moto no se podría subir con un perro atrás.

A pesar de que en esta ciudad había visto a uno manejar un auto y otro una moto, no quería ser participe de aquellas locuras.

Estaba llegando a la sede y las pequeñas siluetas a la lejanía se volvieron más grandes, eran cuatro personas y entre ellas reconoció a la pequeña rubia.

Frunció el ceño cuando vio como la mujer de cabello blanco empujaba a Vera y la rubia en respuesta le regalaba un puñetazo en toda la mejilla haciendole voltear el rostro.

La pelea subio de nivel y se detuvieron cuando vieron a la directora bajar del auto clásico negro.

Dominique era, corrección, es el tipo de mujer que hace que todos volteen y fijen sus ojos en ella, más cuando se viste como si acabará de salir de alguna película de vampiros con ropa de cuero ajustada.

La directora miró a Armiche y a Vera antes de abrir la puerta trasera para que Tueur bajara.

Camino con total tranquilidad hacia ellos y se paró frente a Prada y Peralta para mirarlos seriamente.

—¿Se van a ir solitos o los tengo que mandar yo? —Hablo con firmeza—. Y no precisamente a comisaría.

Ambos policías se miraron y soltaron una risa, claramente provocando a la morena.

El hombre se acercó para encarar a la directora con una sonrisa altanera.

—Vos no sos nadie para demandarme algo a mi—Dijo mientras traía esa sonrisa estúpida.

Eyes For You (Domisker) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora