Quiero Ser Tuyo (Zosan)

‧₊˚🖇️7: 𝐿𝑎𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑙𝑡𝑖𝑡𝑢𝑑✩

Zoro estaba apoyado contra la pared del salón principal, observando con aparente indiferencia cómo la fiesta se desarrollaba. Sin embargo, en su mente, un pequeño hilo de nerviosismo recorría sus pensamientos. Había algo distinto en esa noche, algo que no podía ignorar.

Los Mugiwara, por su parte, no dejaban pasar la oportunidad de comentar entre ellos.

—Entonces, Zoro realmente trajo a alguien esta vez —susurró Nami a Robin mientras sostenía su copa.

—Fufu, parece que esta persona debe ser especial para él —respondió Robin con una ligera sonrisa—. No es algo que haga a menudo.

Usopp, que estaba al lado, añadió con un tono más burlón:
—Espero que no sea alguien tan serio como él, o esta fiesta se va a convertir en un concurso de silencios incómodos.

—Oye, no exageren —interrumpió Luffy con una sonrisa despreocupada—. ¡Seguro que su amigo es genial!

Chopper asintió con entusiasmo.
—¡Sí! Estoy emocionado por conocerlo.

La conversación fue interrumpida cuando la puerta principal se abrió, y todas las miradas se dirigieron hacia la entrada.

Sanji apareció allí, quitándose suavemente la bufanda que llevaba alrededor del cuello. Su atuendo elegante contrastaba con el ambiente más relajado de la reunión, y el rubio no pudo evitar sentirse un poco fuera de lugar al ser el centro de atención.

Luffy fue el primero en acercarse, con su habitual energía desbordante.
—¡Hola! ¡Tú debes ser el amigo de Zoro! ¡Bienvenido! —exclamó, extendiendo la mano con una gran sonrisa.

Sanji estrechó la mano de Luffy con una leve sonrisa, aún algo desconcertado por la calidez del grupo.

—Gracias. Soy Sanji.

—¡Sanji! ¡Genial conocerte! —continuó Luffy, mientras los demás se acercaban poco a poco.

Zoro, que hasta ese momento se había mantenido en un segundo plano, finalmente dio un paso adelante. Cuando sus miradas se cruzaron, Sanji le dedicó una ligera sonrisa, algo tímida pero sincera.
—¿Entonces esta es tu pandilla? —preguntó el rubio, ajustándose la bufanda mientras miraba a su alrededor.

—Sí, aunque no hagas mucho caso a sus comentarios —respondió Zoro, con un tono entre serio y relajado.

Nami, que estaba cerca, aprovechó el momento para intervenir.
—Vaya, Zoro, así que este es tu amigo especial.

Sanji parpadeó sorprendido y miró a Zoro, buscando alguna explicación.

—No escuches eso —respondió Zoro rápidamente, con un leve rubor en las mejillas.

Robin no pudo evitar soltar una risa suave.
—Es difícil no escucharlo cuando lo dijiste tú mismo.

El rubio arqueó una ceja, sin poder evitar una ligera sonrisa divertida.
—¿Eso dijiste, espadachín?

—No. Y no empieces tú también —replicó Zoro, desviando la mirada.

La conversación pronto cambió de rumbo, ya que Nami y Usopp se acercaron a Sanji para entablar una charla más relajada. Aunque al principio estaba algo reservado, Sanji pronto se dejó llevar por la calidez del grupo, comenzando a sentirse más cómodo.