‧₊˚🖇️22: 𝐿𝑎 𝑎𝑑𝑣𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎..✩

245 15 0
                                        

La lluvia golpeaba las ventanas de la mansión vinsmoke. Un pequeño Sanji, de apenas ocho años, estaba sentado junto a una de las ventanas, trazando figuras en el vidrio empañado.

-¿Otra vez aquí? -dijo una voz familiar detrás de él.

Sanji giró la cabeza y encontró a Reiju, quien llevaba su vestido púrpura característico. Su sonrisa era suave, cálida, como si intentara protegerlo del frío que no solo venía de la lluvia, sino también de su propio hogar.

-No quiero entrenar con ellos -murmuró Sanji, mirando hacia abajo.

Reiju se sentó a su lado, colocando una mano en su hombro.

-Siempre te están molestando, ¿verdad?

Sanji asintió, con lágrimas amenazando con salir.

-Dicen que soy débil. Que cocinar es una tontería...

Reiju suspiró, limpiándole las lágrimas con delicadeza.

-No dejes que sus palabras te afecten, Sanji. Cocinar no es para débiles. Cocinar significa cuidar de los demás. Algo que ellos no entienden.

Sanji levantó la mirada hacia ella, sus ojos grandes llenos de esperanza.

-¿De verdad crees eso?

-Claro que sí. Además, alguien tiene que enseñarme a cocinar, ¿no? Porque estoy segura de que algún día serás el mejor chef del mundo.

Sanji sonrió tímidamente y asintió.

-Prometo que lo seré. Y cuando lo sea, tú serás la primera en probar mis platos junto a madre.

-Lo esperaré -respondió Reiju con una risa suave, abrazándolo mientras la lluvia seguía cayendo.

‧₊˚🖇️✩

Los dos se miraban, sorprendidos y sumidos en su mundo. El rubio no podía creer que, después de tantos años, finalmente se reencontraría con su hermana.

Mientras que Reiju, aunque feliz de verlo, no podía ocultar el peso en su pecho, ese malestar que le revolvía el estómago desde que lo vio entrar por la puerta de la cafetería.

La pelirosa se levantó de su asiento con lentitud, cada paso hacia Sanji parecía pesado, como si cargara con una verdad que le dolía más a ella que al propio Sanji.

Sanji, sin poder aguantar más, dejó su taza de café sobre la mesa con un leve clink y se levantó también.

-Reiju... -su voz era apenas un susurro, temblorosa, como si temiera que al decir su nombre, ella desapareciera-. ¿Eres tú de verdad?

La hermana mayor asintió suavemente, con una sonrisa que no lograba ocultar su tristeza. Sin más palabras, Sanji dio un paso adelante y la abrazó. Fue un abrazo firme, casi desesperado, como si temiera que si la soltaba, el tiempo le arrebataría ese momento.

-Pensé... pensé que nunca volvería a verte -murmuró él contra su hombro.

Reiju cerró los ojos, permitiendo que las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo resbalaran por sus mejillas. Sus brazos rodearon al rubio con fuerza, intentando transmitirle todo lo que no podía decir con palabras.

Quiero Ser Tuyo (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora