Quiero Ser Tuyo (Zosan)

‧₊˚🖇️16:𝐶𝑒𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑 ✩┆

Sanji llegó al grupo con una sonrisa cortés, ocultando su incomodidad. Su mirada pasó rápidamente de Zoro a la mujer que lo acompañaba, cuyo rostro no reconocía en absoluto. Sin embargo, mantuvo su tono educado.

—Buenas noches, Zoro. —Hizo una ligera inclinación hacia ella—. Y tú debes ser…

La mujer lo interrumpió antes de que pudiera terminar.

—Hiyori.

Sanji parpadeó, ligeramente sorprendido por la brusquedad.

—Encantado, Hiyori. Soy Sanji.

—Lo sé —respondió ella con una sonrisa tensa—. Zoro me ha hablado de ti.

Sanji levantó una ceja.

—¿Ah, sí? Qué interesante.

Hiyori no respondió, limitándose a mirarlo como si evaluara algo en su interior. Mientras tanto, Zoro se mantenía en silencio, bebiendo de su vaso con indiferencia.

—No sabía que tenías nuevas amistades, marimo —comentó Sanji, dirigiéndose a Zoro.

—Nos conocemos desde hace un tiempo —respondió Zoro encogiéndose de hombros, sin entrar en detalles.

—Bueno, siempre es agradable conocer a los amigos de los amigos —replicó Sanji, aunque sentía algo extraño en el ambiente.

—No me lo parece —murmuró Hiyori, lo suficientemente bajo como para que pareciera casual, pero lo suficientemente claro como para que Sanji lo escuchara.

Sanji decidió ignorarlo, aunque su ceño se frunció ligeramente. Por su parte, Zoro terminó su vaso y lo dejó sobre una mesa cercana antes de hablar.

—Voy por otra bebida. Hiyori, ¿me disculpas?

—¿Qué? —Hiyori lo miró confundida—. Pero…

—Sanji, ven conmigo —interrumpió Zoro, tomándolo del brazo sin esperar una respuesta.

Sanji no tuvo tiempo de reaccionar antes de que Zoro lo arrastrara lejos de la conversación con Hiyori.

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En la barra, Zoro soltó a Sanji y comenzó a servirse otra copa, actuando como si nada hubiera pasado.

—¿Qué fue todo eso? —preguntó Sanji, cruzando los brazos.

Zoro levantó una ceja.

—¿Todo qué?

—Tu amiga. Es… ¿siempre así de encantadora? —respondió Sanji con sarcasmo.

Zoro soltó una leve risa mientras apoyaba la espalda contra la barra.

—No le caes bien.

—¿Ah, sí? Ni siquiera me conoce.

Zoro lo miró por un momento antes de hablar.

—Eso no parece importarle.

Sanji suspiró, frotándose la sien.