Quiero Ser Tuyo (Zosan)

‧₊˚🖇️27:𝑆𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 ✩

El sonido del agua cayendo de la regadera era lo único que rompía el silencio de la habitación. Zoro apoyó ambas manos en la pared fría del baño, dejando que el agua ardiente resbalara por su espalda. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí. Quizás minutos, quizás horas.

Cerró los ojos.

Era ridículo.

Nunca había sido de los que se atormentaban con pensamientos inútiles, y sin embargo, ahí estaba, sintiendo el peso de algo que no quería nombrar. Algo que lo asfixiaba, que le calaba los huesos más que el agua hirviendo recorriendo su piel.

Con un gruñido apagó el grifo y salió de la ducha. El vapor nublaba el espejo, impidiendo que su reflejo se viera con claridad. Aún así, no necesitaba verlo. Sabía exactamente qué clase de expresión tendría: la misma mirada oscura y cansada que llevaba días arrastrando.

Se vistió sin pensarlo demasiado, ajustó su chaqueta y salió de su apartamento.

El aire nocturno estaba frío, pero no lo sintió. Sus pasos resonaban en la acera mojada, mezclándose con el ruido lejano de la ciudad.

Había pasado tiempo desde que había estado solo.

De verdad solo.

Antes, la soledad era lo único que conocía. Desde que dejó atrás las peleas clandestinas, desde que cortó todo lazo con la mafia, había aprendido a vivir de nuevo. Pero últimamente, había algo distinto.

No estaba acostumbrado a los vacíos. No cuando ya había algo llenándolos.

Y ahora, sin él… todo se sentía diferente.

No sabía a dónde iba. Caminó sin rumbo, sintiendo el peso de la noche sobre sus hombros. Sus pies lo llevaron a un bar que solía frecuentar, uno de los pocos lugares donde antes encontraba distracción en el alcohol y las peleas. Entró, pidió un sake, y lo bebió en un solo trago. Pero ni la quemazón del licor le hizo sentir algo.

No valía la pena quedarse.

Se levantó y salió.

Caminaría un rato más, eso le despejaría la mente.

Las luces de la ciudad titilaban sobre los charcos en la acera. No tenía un destino, solo quería seguir andando hasta que el cansancio lo venciera. Su mente estaba atrapada en un bucle: pensamientos que no quería tener, imágenes que prefería ignorar.

Y entonces, sus pasos se detuvieron.

Parpadeó.

Miró alrededor.

Sin darse cuenta, estaba ahí.

Frente al restaurante.

Alzó la mirada hacia la ventana del segundo piso, la que muchas veces se quedaba encendida hasta tarde. Pero estaba apagada.

Frunció el ceño.

¿Qué mierda hacía ahí?

Chasqueó la lengua y se giró para irse, pero en el fondo, algo se removió en su pecho. Un mal presentimiento, una inquietud que no entendía.

Se alejó con pasos pesados, pero la sensación no lo abandonó.

Regresó a su apartamento con un cansancio extraño oprimiéndole el cuerpo. Se dejó caer en el sofá, apoyó el codo en el respaldo y cubrió su rostro con la mano.

Era jodidamente molesto.

Antes, no tenía nada que perder. Antes, no había nadie que pudiera ocupar un espacio en su mente. Antes, la soledad era su única compañía.

Pero ahora…

Ahora tenía algo más importante.

Y eso lo jodía.

Soltó un suspiro y cerró los ojos.

El silencio se hizo más denso.

Pero entonces, un sonido rompió la quietud.

(Sonido de teléfono).

Zoro abrió los ojos lentamente.

No quería contestar.

No quería ver qué mierda le habían mandado ahora.

Pero algo en su pecho se tensó.

Con una respiración pesada, tomó el teléfono y lo encendió.

Sus ojos se posaron en la pantalla.

Y lo que vio lo hizo sentir como si el mundo entero se desmoronara en un solo segundo.

"Zoro… Sanji tuvo un accidente."

‧₊˚🖇️✩

Hello! ¿Como están?  Saben, me da risa que ..  Casi no dudaron nada de relación, pero imagínense que si llevaron más de lo que yo les mostré jsjsajd. (◍•ᴗ•◍)

Fue corto pero la próxima parte debe ser más larga, aun no lo tengo hecho, pero si tengo una idea de que haré, aunque no se si sea largo o corto.. ( ͡° ʖ̯ ͡°)

Ahora, sin más que decir... ¡Nos leemos! ♡