‧₊˚🖇️𝐸𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙: 𝑆𝑎𝑛 𝑉𝑎𝑙𝑒𝑛𝑡𝑖́𝑛♡

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(Primero que nada quiero advertir que esto es sólo un especial, no forma parte de la historia o como se diga, pero la cosa esque este NO es la continuación de la anterior parte. )

El aire olía a primavera anticipada, con los cerezos dejando caer sus primeros pétalos bajo el cielo teñido de tonos rosados y dorados. Sanji nunca había sido de los que esperaban algo en San Valentín, pero este año era diferente.

Zoro lo había citado en un parque apartado, lejos del bullicio de la ciudad. No le había dicho por qué, solo que viniera. Y por alguna razón, Sanji no pudo negarse.

Cuando llegó, lo encontró apoyado contra un árbol, con los brazos cruzados y la mirada perdida en el cielo.

—Tardaste —murmuró el espadachín sin moverse.

—No me diste ni una maldita pista de qué se supone que hacemos aquí.

Zoro suspiró, sacando algo de su bolsillo. Era un pequeño saquito de tela roja con bordes dorados, un omamori.

—¿Sabes lo que es esto?

Sanji frunció el ceño.

—Claro que sé. Son amuletos.

Zoro se lo extendió sin decir nada. Sanji lo tomó con cuidado, sorprendido por el peso ligero del objeto. En la parte frontal había una costura dorada con la palabra (En), que significaba "destino".

Sanji sintió que su garganta se cerraba.

—Zoro…

El espadachín desvió la mirada, incómodo.

—No sé hacer estas cosas. Pero lo vi y… pensé en ti.

Sanji se quedó mirándolo, sin poder decir nada. Un omamori no era un simple regalo; se trataba de un deseo, de una promesa silenciosa. Y Zoro había elegido uno que representaba el destino entre dos personas.

Sanji lo sostuvo contra su pecho, sintiendo su corazón latir con fuerza.

—Idiota… —susurró, con la voz apenas temblorosa.

Zoro sonrió un poco y, sin previo aviso, levantó su mano, extendiendo su meñique frente a él.

—Haz un yubikiri conmigo.

Sanji lo miró, desconcertado.

—¿En serio?

—Sí. Prométeme que vamos a seguir juntos, sin importar qué pase.

Sanji sintió una calidez indescriptible extendiéndose por su pecho. Se mordió el labio, conteniendo una sonrisa, y entrelazó su meñique con el de Zoro.

—Yubikiri genman, uso tsuitara hari senbon nomasu… —susurró con voz baja, recitando la vieja promesa japonesa: "Promesa con el meñique, si miento, tragaré mil agujas".

Zoro dejó escapar una risa baja.

—No dejaré que tragues agujas, estúpido.

Sanji cerró los ojos por un segundo y, en ese instante, sintió que todo encajaba. El frío del atardecer, los pétalos flotando en el aire, la calidez de Zoro a su lado…

—Feliz San Valentín, marimo.

Zoro no respondió con palabras. En cambio, soltó su meñique solo para deslizar su mano por la mejilla de Sanji y acercarlo a él, dejando un beso suave y pausado sobre sus labios.

Y Sanji supo que, más allá de las palabras, esa era la promesa más fuerte de todas.

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S

ignificados:

Omamori (お守り): Son amuletos japoneses que se compran en templos y santuarios. Se cree que traen suerte, protección y bienestar. Hay diferentes tipos de omamori, y el que Zoro le entrega a Sanji tiene bordado el kanji 縁 (En), que significa destino, usado para representar conexiones especiales entre personas.

Yubikiri (指切り): Es una promesa tradicional japonesa en la que dos personas entrelazan sus meñiques como señal de un juramento inquebrantable. Se acompaña con la frase:
"Yubikiri genman, uso tsuitara hari senbon nomasu"
(Promesa con el meñique, si miento, tragaré mil agujas)
Se usa comúnmente entre amigos o parejas como símbolo de confianza y compromiso.

Los pétalos de cerezo: En Japón, los cerezos en flor (sakura) simbolizan la belleza efímera de la vida y el amor. Compartir un momento bajo los cerezos en flor es considerado algo especial y romántico.

Algo corto pero al menos subi algo Jsjs, pero no se preocupen, pronto tendrán la continuación de la parte 24.

Bye

Quiero Ser Tuyo (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora