CAPÍTULO 5

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ABBIE

Nunca creí que Charly llegaría a este punto. La señorita Campbell tiene razón al decir que no puedo permitir algo así.

Es cierto que en el pasado lo permití durante casi un año, un jodido infierno.

¿En qué punto comenzó?

En el momento en el que apreció un hijo de mi padre del que no teníamos idea.

Viví con mi padre y mi madrastra desde que tenía tres años, cuando mi mamá se hartó de mi, cuando el dinero fue más importante que cuidar de su hija.

La esposa de mi padre no podía tener hijos, así que me acogió como si fuera su hija, al inicio la odiaba porque creía que quería ocupar el lugar de mi madre, pero para ser honesta, ella siempre hizo un mejor trabajo que él que hizo la mujer que me dio a luz.

Aubrey siempre ha estado al pendiente de mi, jamás se rindió conmigo, no fue hasta que un día que deje las escaleras mojadas luego de salir de la alberca, que ella se deslizó y sufrió un fuerte golpe; fue en ese momento en el que me acerqué a ella, me sentía culpable y le pedí perdón por todo lo que había hecho.

Desde entonces, comencé a pasar más tiempo con ella, siempre la acompañaba por la despensa, a sus chequeos médicos, a cenar con ella aunque papá no estuviera presente. Mis tiempos libres eran suyos ya que no tenía muchos amigos, solamente Amalia y luego llegó Charly.

Cuando cumplí los diecisiete años, un extraño llego a nuestra puerta. Un joven de veinte años llegó demostrando pruebas que desmontaban que era hijo de mi padre. Su primogénito, el hijo que siempre deseó tener, no una niña que solo le traería problemas y podría quedar embarazada en cualquier momento; palabras suyas.

Las primeras semanas, el trato de acercarse a Aubrey, pero ella simplemente lo ignoraba, nunca le ha agrado su presencia. Sobre todo por las miradas lascivas que le daba a la esposa de nuestro padre.

Cuando cumplí los dieciocho años, recuerdo que mi padre organizó una fiesta y tuve que utilizar un vestido que según él, llamaría la atención del hijo de algún inversionista. Lo que no esperaba es que llamaría la atención de su propio hijo.

La fiesta me precio de lo más aburrida, así que me fui a mi habitación, olvidé poner el seguro de la puerta y pude notar cuando alguien entró en mi habitación a pesar de estar cubierta con una sábana de pies a cabeza.

Creo que mi cuerpo y mi mente presintieron que algo no estaba bien, tuve la oportunidad de enviarle un mensaje a Aubrey antes de que me tomaran por las piernas.

Grite.

Grite lo más fuerte que pude, pero sabía que era inútil con el bullicio de la fiesta.

Aubrey entró cuando él estaba bajando sus pantalones y seguido de ella su chofer. Él se encargó de alejarlo, pero mi padre apareció y me dieron ganas de llorar.

Lo que una puede esperar, es que tu padre destroce a la persona que ha intentando hacerte daño, no que te de un golpiza por provocar a tu hermano como parte de un plan para que lo echen de la casa porque quiero toda su fortuna.

Mucho menos que cada vez que este individuo trata de tocarte por debajo de la mesa durante las cenas, recibas una bofetada por tu mal comportamiento o por levantar calumnias contra su amado primogénito del que no sabía ni su puta existencia.

Huí de casa, estuve unos días en casa de la chica con la que salía y luego Aubrey me dijo que buscara un apartamento en el que estuviera cómoda, ella me enviaría el dinero cada mes, sin que mi padre se enterara de nada.

El mejor de mis erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora