ABBIEDespierto por la mañana y reviso mi celular por si la señorita Campbell respondió, pero no hay nada, simplemente ignoro lo que dije. Tampoco es que tuviera la obligación de responder después de lo que dije.
Elizabeth me dijo que saldríamos hoy, no se porque le hago caso, pero tampoco quiero quedarme aquí en esta casa yo sola.
Odio la soledad.
Charlotte ha estado llamando insistentemente. Me ha dejado muchos mensajes y en verdad no quiero verlos.
Durante todo este tiempo, nunca noté la manera en que me trataba. Quizás la quería demasiado como para saber que lo que hacía conmigo estaba mal, o quizás era ese sentimiento que me hace pensar que merezco ser tratada de esa forma.
Elizabeth no tarda en llamar a mi puerta para decirme que baje a desayunar. Pero claro, el desayuno tenía que hacerlo yo.
—¿Que? —pregunta mientras le sirvo —. Debes pagar tu estadía de alguna manera y odio cocinar.
—No sabes cuando lo amo yo —sonrío con ironía.
—Aubrey me llamó anoche —dice con una sonrisa y frunzo el ceño.
—¿Por qué te llama a ti?
—Cálmate primero —dice con diversión —dijo que no puede llamar directamente, pero quiere verte para entregarte algo.
—¿El qué?
—No lo sé, le dije que podía vernos en el parque, Esra suele ir con Daisy. Así aprovechan a verse al fin.
—¿En dónde estaba la señorita Campbell? —pregunto.
—Escocia —responde tomando de su taza de café.
—¿Tiene familia en escocia?
—Oh si, digamos que es la dueña de varios terrenos —se encoge de hombros —no se te ocurra decirle que te dije eso —me amenaza con su tenedor. —odia que se lo mencionen.
—¿Como se conocieron Aubrey y tú?
—En una fiesta de inversionistas, luego se pasó al mismo instituto, ella llegó a la mitad del año. Era muy deslumbrante; lo sigue siendo —aclara y ruedo los ojos. —¿Como llegaste a ser su...?
—¿Hija? —asiente con algo de vergüenza. —es muy sencillo —me aclaro la garganta —mi madre me abandonó, mi padre me acogió, odiaba a Aubrey y luego ya no pude vivir sin ella.
—¿Tu madre te abandonó? —me sobresalto al escuchar la voz de la señorita Campbell a mi espalda.
—¡Bee! —la pequeña Daisy extiende sus brazos y la tomo.
—Oye traidora —le dice Elizabeth —tienes que venir a mis brazos primero.
La pequeña baja de mis piernas y corre a los brazos de ella.
—¿Estás lista? —le pregunta la señorita Campbell a Elizabeth.
Gracias al cielo ignoró lo que dije antes, aunque seguro escuchó todo. No quiero repetir eso o seguir recordando esos días.
—Vamos abejita —dice y frunzo el ceño.
—No me llames así.
—Es el apodo que te dio Daisy, reclámale a ella.
No discuto más con ella y voy a la habitación por mi bolso y celular. Veo qué hay más llamadas de Charly.
Le envío un mensaje a Nathalie para decirle que todo está bien; me dejo muchos mensajes. No sé si la loca de Charly le ha llamado, pero espero que no sea así, Nat no tiene nada que ver con esto.
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El mejor de mis errores
Romance¿Que podría pasar en las vacaciones? Algo tan loco como seguir a la profesora de literatura hasta su casa de vacaciones. Abbie se olvida de presentar su proyecto final en el día estipulado, ahora tendrá que pasar sus vacaciones tratando de convenc...