chapter forty-nine.

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CHAPTER FORTY-NINE.











Josie no juzgaba, no se dejaba llevar por lo que los demás consideran correcto o incorrecto, tenía su propia opción de todo lo que suceda a su alrededor. Pero sí, en algunas ocasiones, podía ser un poco juzgadora.

Como lo estaba siendo ahora mismo.

─Es demasiado grande, Mon.

Su hermana había llegado con una nueva noticia y una botella de vino tinto en su mano porque no podía discutir con nadie sobre lo que andaba pasando en su vida amorosa. A causa de esto, escogió acudir a la persona que nunca iba a reírse de ella, ni a hacerla sentir mal al respecto, pero nunca esperó la expresión de entre sorpresa y náuseas que Josie tenía.

─Sigue dándome paletas cada vez que voy a verme los ojos ─musitó Josie, pensando en las veces que visitó el consultorio del Doctor Richard Burke y salía sonriente por su paleta roja.

─Bien, sé que es un poco mayor…

─Y que es el mejor amigo de papá.

Monica hizo una mueca.

─¡Lo sé! No dejo de pensar en eso…

─¡Qué asco, Mon! ─exclamó Josie, horrorizada. Monica la golpeó.

─¡Nunca en esa situación, tonta!

Josie suspiró mientras evitaba pensar en cómo iban a reaccionar sus padres si esos dos decidían llevar la relación con mucha mayor seriedad.

─¿Te gusta realmente?

Monica hizo una mueca, esa mueca que siempre hacía que Josie entienda que había dado en el clavo. Era algo que Mon hacía desde pequeñas, y nunca fallaba en darle la información que no soltaba con las palabras.

─Mon…

─Ya sé que es amigo de papá, y ya sé que posiblemente sea mal visto ─musitó─, pero me gusta, Josie. Es divertido, inteligente y tan, pero tan, asombroso. Sabe sobre todo, y puedo hablar de todo, incluso de las estupideces que me interesan. Nunca encontré una persona así, nunca conecté con nadie así. Él… Yo… ─Mon suspiró exasperada─, me gusta demasiado. Y aunque me dé miedo, estoy dispuesta a correr estos riesgos.

Josie dejó la copa de vino sobre la mesa ratona de su living, tomando las manos de su hermana y sonriéndole.

─Bueno, si él te hace tener esos brillos en los ojos y esa enorme sonrisa… ¿Quién soy yo para juzgar la relación entre ustedes? ─musitó, sonriéndole─. Además, tienes todo mi apoyo. Estuviste con ese chico de Secundaria, era claro que ibas a terminar con uno mucho más grande.

─Cállate ─dijo, riéndose al recordar uno de los momentos en su vida que aún la hacen tener pesadillas─. Gracias, Jo. Sabía que hablar contigo iba a ayudarme. Me siento mucho mejor. Ross no dejó de decir cosas estúpidas, quería matarlo.

─Lo interesante será cuando vayamos al cumpleaños de papá mañana.

─Sí, sobre eso… ¿Llevarás a Chandler? Me quitará un poco de presión.

─Irá conmigo. Pero para que conste, papá ya sabe sobre nosotros, quién no sabe es mamá.

─Vaya… Buena suerte con eso, Jo.

─Estoy segura de que quedará en el olvido cuando se entere del Doctor Burke y tú.

Monica la golpeó en el hombro y se rió,  poniéndose a admirar el departamento de su hermana menor.

─¿Cómo es que nunca venimos aquí? Es enorme. Siempre estás metida en mi apartamento.

─Shhh. Tu apartamento es más lindo.

MAGIC ▬▬▬ chandler bing. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora