Capítulo XV

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“Si ganas la guerra, no necesitas dar explicaciones. Si pierdes, no deberías estar allí para explicar”

—Adolf Hitler.

Eliana Romasanta
360 días atrás.
Londres, Inglaterra.
Zhaviy.

Cuando salgo del auto de Gerónimo es cuestión de que solo esté una de mis piernas afuera para que las cámaras comiencen a bombardearnos con los flashes, me arde la cabeza mientras me muevo por esta pista de aterrizaje bajo la cabeza y trato de ocultarme mientras nos siguen tomando fotografías.

     — Señor Jürgen Luftwaffe, por favor una pregunta ¿Cómo ha logrado con 24 años de edad ser el mejor empresario y mantenerse en lo más alto de la cima? Es usted Negociante internacional dueño del grupo BBZ, es dueño de los bancos BBZ ¿cómo ha logrado crear une negocio tan prósperos y estables?

     —Me han dicho que su colección de coches es envidiable, cuenta con 234 super coches de lujos y más de 345 motocicletas de alta velocidad. ¿Qué opina usted de que se le llame el magnate más grande de la industria automotriz? — Los reporteros siguen tomando fotografías. Esto no es por el coronel, no sé quién es Jürgen Luftwaffe, pero todo el mundo lo bombardea de preguntas.

     —Don Luftwaffe cuéntenos de las fundaciones universitarias de las cuales es usted el principal accionista ¿Cuéntenos de los créditos universitarios que sus bancos ofrecen en asociación con las universidades que dirige? Cuéntenos de las becas que otorga a los mejores y los premios que se dan a finales del verano —. Estoy lejos de él y las cámaras me fotografían, tomándome fotos desprevenidas. El coronel me empuja sosteniéndome de la espalda baja.

     —¡¿Es ella su nueva pareja sentimental?! ¡¿Desde cuánto están saliendo?! ¡¿Me podría brindar información acerca de esta mujer?!—
Tantas cámaras me hacen arder la cabeza, solo caminamos a través de los camarógrafos rumbo al jet.

     —¡¿Señor Luftwaffe es la primera vez en 8 años que lo podemos encontrar?! ¿Por qué su apatía con el mundo?! —. Llegamos a las escaleras hay tantas preguntas en el aire que me dejan demasiado cansada la cabeza todo el mundo nos sigue haciendo pregunta, tras pregunta ¿Qué buscan? Hablan con fuerza hacia nosotros, empujan los micrófonos en nuestra dirección. Subo el primer escalón con su mano en mi espalda, no deja de sostenerme.

No dejan de abrumarme con tantas preguntas, hablan de empresas, de satélites, de equipamiento tecnológico, de impacto económico, de impacto educativo en el mundo, están hablando de cosas que no tengo ni la menor idea dentro del jet, veo a un montón de soldados medio muertos. Dasha está vomitando a su lado, George sosteniéndose el cabello, él tiene ojeras enormes y su traje está medio roto.

Roz está despeluzada y es abrazada por Viggo veo a Leomi y María Ángeles dormida al fondo del Jet Brus, Yaar Chernov, Sarka, Isabela y los demás están distribuidos por todo el jet algunos tomando agua otra tratando de dormir y tomando pastillas para el dolor de cabeza.

     —¿Quién fue el quién les dijo? — Pregunta Blaz desde el frente.

     — No lo sé, pero no fuiste al único que desmembraron con preguntas —. Habla Leomi —. Le hicieron disparar a Densika para dejarnos pasar además supongo que somos legendarios, tenemos a dos corredores experimentados de Fórmula Uno Anggelos y Brus se enteraron de que Nico Magnussen ha dejado el coma después de tres años por el impacto de hace unos años en Mónaco, tenemos al más grande empresario de la década, la hija de una de las más grandes chefs del planeta, además de tener la cara de Dasha ¿Quién no la quiere ver si está en cualquier publicidad militar de Rusia? Y me tiene a mí la mejor física del planeta después de que Dasha entro en el jet se duplicaron como bacterias.

La diosa del inframundo Où les histoires vivent. Découvrez maintenant