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Juliette Delancey.
Habían pasado 3 semanas, tres semanas desde esa fiesta, tres semanas desde que tuve esa discusión con John y desde que tuve esa plática con Emma.
Plática que por alguna razón no he logrado olvidar.
Es extraño, no puedo sacar de mi mente ese momento en el que fue tan linda conmigo. Su gesto me hizo sentir mucho mejor cuando estaba al borde de un colapso.
Aún no olvido esas palabras.
Eres una chica inteligente..
Eres bonita..
Eres espectacular..
Son cosas que ya he oído antes, pero esta vez, por alguna razón, se sintieron diferentes, se sintieron reales.
Todavía no puedo olvidar esa noche en la que bailamos. Por un momento, dejamos de lado nuestros problemas y simplemente nos relajamos. Incluso logró convivir con Denisse y Camila, lo cual era un gran logro, considerando que ambas estaban muy borrachas.
Aún no olvido cuando me prestó su chamarra, fue un gesto muy lindo de su parte, ni siquiera me la pidió de regreso como suele hacerlo el idiota de John.
Esa noche conocí a una Emma que sin duda es muy diferente a la que suelo tratar.
Y lo peor de todo, es que aún sigo odiándola.
Por ser una idiota, un dolor de cabeza, una inmadura, una agresiva y sobre todo... por generarme estas cosas tan confusas.
Durante estas tres semanas hemos seguido discutiendo, ya sea en los pasillos o en el servicio comunitario, creí que algunas cosas cambiarán entre ella y yo después de esa fiesta, pero no fue así. nada a cambiado.
Todo por mi culpa.
Todo el estrés que e tenido encima me hicieron comportarme como una idiota con ella, hasta con Denisse y Camila, por alguna razón estoy cambiando mucho y eso me aterra.
—¡Juliette!—me gritó Camila, esta estaba enfrente mía.
Estábamos en su casa, en el patio. Sentadas frente a frente al lado de la piscina.
Llevaba desde el domingo en la tarde quedándome con ella, hoy era martes.
Denisse no estaba, se había ido de viaje con sus abuelos a Minnesota, esta era la penultima semana de clases para entrar a las vacaciones de invierno, para ella no fue un problema irse de una vez.
—¿Qué?— la miré molesta.
—Estoy diciéndote algo y tú perdida en tus pensamientos, parece que hablo con la pared siempre que trato de hablarte — cruzó los brazos.
Sacudí ligeramente la cabeza, tenía que alejar esos pensamientos y concentrarme en el presente.
— ¿Qué pasó?— la miré.
— No, que pasa contigo ¿Otra vez peleaste con el
Imbecil de John? ¿Qué no se acaban de pelear ayer?—
Rodé los ojos al recordarlo, literalmente peleamos solo porque no le contesté durante 2 horas, estaba en el servicio comunitario y no tenía pilla, que culpa tenía yo.
—Si..— murmure — Pero no estoy pensando en el, solo pensaba en....
— ¿en ese estúpido trato de casarse?—
