Capitulo 26

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(Este capítulo está corto, pero comenten o los hago más cortos alv)


















Emma Soreen

Estaba en casa de Gianna, hoy habíamos quedado en que le ayudaría a limpiar su casa para el permiso de la noche. Al parecer un chico tenía una fiesta hoy, Zoey había obtenido invitaciones para nosotros.

— ¿porque mis papás me tratan como si fuera una maldita esclava?— dijo, mientras barría la sala, yo por otro lado limpiaba la mesa de la cocina la cual estaba al lado.

— Porque lo eres— respondí — mientras seas menor de edad y vivas bajo su techo no eres nadie.

— pues es injusto, sabes.

— La vida es injusta— alce los hombros.

— ¿crees que valga la pena ir a esa fiesta?— volteo a verme — Realmente estoy comenzando a dudar.

— Bueno... si, siento que vale la pena.

Rodo los ojos.

— Lo dices solo porque irá Zoey, a ti ni siquiera te gustan las fiestas.

Fruncí el ceño.

— Claro que me gustan.

— Te conozco desde los 5 años, Emma— ladeó la cabeza — Se perfectamente las cosas que te gustan y las que te disgustan, las fiestas son una de ellas.

— Bueno pero igual tengo que ir o si no Zoey se enojara— alce los hombros, Gianna rodo los ojos.

— Tu novia se enoja por todo— dijo con fastidio.

— Así es ella.

— Pues no debería— contestó — Siento que Zoey cambió mucho para serte sincera, antes era... más tranquila — hizo una mueca — Estoy comenzando a pensar que ella solo fingió su personalidad para engancharte a ella.

La miré con gracia.

— Claro que no— bufé — Zoey no haría algo como eso.

— ¿cómo estás tan segura?

— Porque confío en ella— respondí — Se que jamás querría hacerme daño.

Alzó los hombros.

— Pues trataré de creerlo— se acercó a mí—no me gustaría que te dañaran Emma— me miró con preocupación.

Negué ligeramente.

— Zoey jamás me dañaría.

— Si está bien, si piensas eso lo respeto. Pero tú eres tan... inocente— ladeó la cabeza — Que cualquier acto que ella haga lo verás como si fuera amor.

— Lo veo de esa manera porque lo es— contesté — Zoey es buena chica, pero como todo ser humano también se molesta y tiene sus defectos, no por eso significa que sea mala.

Hizo una mueca.

— Confiaré en ella— Se regreso a la sala — Pero solo lo hago por ti.

 Un romance del odio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora