Pov Liam
Los chicos y yo decidimos acercarnos a Bella. Es una persona muy extraña, como si fuese la personificación de la frase "ella sabe cosas, wey". Demian la ha puesto a prueba en varias ocasiones, molestándola sin descanso, pero hasta ahora no ha reaccionado como esperábamos. Así que decidimos seguirla de cerca.
Ian se encontró con ella en el bosque mientras rastreaba a la quimera demoníaca que se nos había escapado, y yo la vi en la cafetería, queriendo molestarla con lo que había escuchado la otra vez que hablaba con ese idiota de Newton. Todo fue extraño como si estuviera atrás de nosotros no se desde el primer día que la conocimos. Demian comentó que olía raro y que parecía escuchar lo que decíamos a lo lejos, algo que un humano no podría hacer. Incluso nuestra raza tiene problemas con eso; somos cazadores naturales, pero todo se forja con el tiempo. Entramos en temporada de caza en nuestra adolescencia para agudizar nuestros sentidos.
Aún no le contamos nada a Mike sobre Bella. Él tiene una forma diferente de hacer las cosas y solo vendría si la situación se saliera de control. Por el momento, todo estaba bajo control. Ayer estaba escuchando la conversación de Bella con Edward, uno de los vampiros vegetarianos. Mike nos advirtió que no nos metiéramos con ellos, ya que son inofensivos y cualquier movimiento revelaría nuestra existencia. Los vampiros, al igual que los lobos, solo saben de su propia existencia, ya que una se creó de la otra. Además, no nos interesa involucrarnos con ellos; no son nuestra prioridad, al menos hasta que Mike diga lo contrario.
Ver a Bella junto al chupasangre me hizo sentir incómodo, así que interrumpí su conversación sin decoro. No me importaba realmente, solo me molestaba su interacción por alguna razón. Sonreí internamente cuando Edward se fue, dejando a Bella conmigo. Me sentí satisfecho hasta el punto de volver a molestarla, haciéndole recordar la supuesta invitación que le hice al baile. Ella lo esquivaba descaradamente, alegando no recordar nada. Qué tierna se ve cuando miente. Decidí ser un poco juguetón hasta llegar a mi punto, y me auto-invité a La Push.
Al llegar, me encontré con Bella y un chico que olía a perro mojado, claramente un lobo. Pero él no lo era, al menos no todavía; era muy joven.
—¿Y quién es tu amigo? —le pregunté a Bella, queriendo saber qué tanto sabía ella. La fase de prueba aún no terminaba y este momento era perfecto para aprovechar.
Todo pasó tranquilamente. Bella contestaba normal y el chico parecía estar visiblemente atraído por ella. Nadie es tonto para no notarlo, pero Bella solo se mostraba indiferente, lo cual me hacía sentir aliviado, algo que no es normal en mí. Tengo 200 años; no debería estar pensando en tonterías.
Pasaron dos días y Mike apareció, diciendo que el demonio estaba cerca y que debíamos estar alerta. Así que no fuimos a la escuela para vigilar el posible lugar donde podría estar el demonio. Demian fue al este, Ian al sur y yo al oeste. Mike se fue dejándonos la responsabilidad a nosotros; tenía un asunto urgente que atender. Nuevamente, omití hablar de Bella hasta estar seguros de qué podría ser. No estamos seguros si es humana o no; aunque se vea como una, no podemos ignorar esa posibilidad.
Esa noche, percibimos el olor del demonio en un lugar de Forks. Para nuestra mala suerte, se llevaría a cabo una carrera y había mucha gente, por lo que no podíamos actuar sin más. Decidimos ser pacientes y esperar hasta que apareciera. Sabemos que cazará esta noche; necesita comer. Llevamos mucho tiempo tras ella y no la hemos dejado cazar, debe estar hambrienta. Con toda esta multitud, es un festín servido en su mano.
Vimos a Bella a lo lejos, hablando con un chico y sonriendo complacida. Algo en esa escena me hizo fruncir el ceño. Ian también estaba tenso, apretando la mandíbula. Usó su don, algo que estaba prohibido en público. Lo tomé del brazo.
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Maldita reencarnación
De Todo¡Quién iba a imaginar que expresar un anhelo alteraría mi destino hacia el más allá! Absolutamente nadie. Incluso mi propia conciencia parece asombrada al pensarlo. Es insólito que los deseos se materialicen, y más aún cuando estás literalmente en l...