Maldita reencarnación

Capítulo 11: Carlisle.

Aclaración: En el capítulo 4, Edward se presentó ante Bella; sin embargo, debido a algunas modificaciones realizadas por la entidad, Edward no recuerda haberlo hecho de la manera que ocurrió en ese capítulo 4 si no como paso en la peli. Es por eso que se disculpa con ella en el capítulo 10."

Continuamos el capítulo 11.

Me quedé paralizada, como si el tiempo se hubiera detenido pero definitivamente podía ver todo a mi alrededor. El rugido del motor del auto de Tyler resonaba en mis oídos mientras se deslizaba hacia mí, amenazando con aplastarme. Mi corazón latía con fuerza, pero no de miedo, no sentía miedo. Sabía que debía actuar como si estuviera aterrada, pero una extraña calma me invadía. Mi mente se enfocaba en cada detalle del escenario: el crujido del hielo bajo las llantas, el brillo plateado del metal acercándose lentamente hacia mí. Aunque por dentro me sentía tranquila, sabía que debía fingir el pánico para mantener las apariencias.

El momento se desarrolló ante mis ojos con una velocidad abrumadora mientras el auto de Tyler se deslizaba hacia mí.Con la precisión de un reloj suizo, cada uno de los movimientos de Edward parecía desplegarse ante mis ojos en una secuencia perfectamente coreografiada, como si el tiempo se ralentizara solo para él. Cada paso que daba hacia mí era como una danza, fluida y elegante, con una gracia que desafiaba toda lógica humana.

Su figura se destacaba contra el paisaje, su cabello ondeaba suavemente con la brisa mientras avanzaba con una determinación palpable. Cada músculo de su cuerpo se movía con una precisión milimétrica, sus ojos brillaban intensamente mientras se acercaba hacia mí.Aunque para otros pudiera parecer fascinante, para mi era simplemente ridículo.

Edward se interpuso entre el auto y yo. Con un gesto decidido, detuvo el vehículo con una facilidad, evitando el impacto apenas por un tiempo. Mis pensamientos se movían rápidamente, pero no había lugar para disfrutar esa sensación. En cambio, mi mente se concentraba en cómo este incidente encajaba en mi plan de acercarme mas a los Cullen.

Mis pensamientos se interrumpieron bruscamente cuando Edward me soltó y se alejó del lugar con paso apresurado, dejándome en el suelo. Mientras observaba a mi alrededor, mis ojos se posaron en Ian, quien estaba aún más cerca de donde nos encontrábamos, a unos segundos de distancia. Pero lo que realmente llamó mi atención no fue su proximidad, sino su expresión.

Pocos segundos después, mi vista hacia Ian fue bloqueada por la multitud que se acercaba hacia mí como un enjambre de hormigas. Todo pasó tan rápido que apenas pude procesarlo, pero me sentí aliviada cuando de repente me encontré en el hospital. Mi padre, Charlie, estaba a mi alrededor, visiblemente angustiado, mientras reprendía a Tyler, quien insistía en disculparse conmigo una y otra vez.

En ese instante, entró el doctor Cullen. Se acercó a mí con una expresión de duda que podía notar con solo mirarlo por un momento. Se colocó frente a mí y comenzó a hacerme algunas preguntas.

—Isabella —dijo el doctor, a lo que respondí con una sonrisa.

—Sí, así es —confirmé, intentando mantener la conversación ligera.

—Esa caída fue fuerte, ¿cómo te sientes? —preguntó, su pequeña sonrisa contrastando con la preocupación en sus ojos mientras hojeaba unos documentos en sus manos.

—Bien, en realidad no pasó nada malo gracias a que hubo una intervención —dije, haciendo una pausa antes de añadir con una expresión juguetona—: divina.

El doctor se quedó pensativo por un momento, una ligera sonrisa en sus labios mientras analizaba la situación. Continuó con su diagnóstico, asegurando que todo estaba bien y que no tenía ningún problema. En ese instante, Tyler interrumpió de nuevo, disculpándose una vez más, lo que provocó que mi padre se enojara y lo apartara de la conversación cerrando las cortinas.

—Dios mío —suspiré para mis adentros mientras volvía mi atención al doctor. Decidí hacer algunas sugerencias ligeramente insinuantes.

—Bueno, doctor, parece que estoy bien, pero me temo que Tyler podría tener que hacer algunas reparaciones en su automóvil. Esa intervención casi destruye su vehículo —comenté con un toque de sarcasmo, tratando de ocultar mi diversión.

—¿Intervención? ¿A qué te refieres, Bella? —preguntó papá, frunciendo el ceño en confusión.

—No era nada en particular, papá. Solo estaba comentando que tal vez Dios tuvo una mano en todo esto —respondí, levantando mi mano en un gesto simulado para representar lo que había sucedido. Luego continué—: Fue una colisión bastante fuerte; el auto de Tyler está abollado, pero el mío está en buen estado comparado con el de él. Es curioso.

—Oh, Bella, no pienses en eso. Me alegra de que estés bien. No te preocupes por el auto de ese chico —dijo papá, tratando de tranquilizarme.

Pero el Dr. Cullen estaba al tanto de las insinuaciones en mis palabras. Comentó que tuve mucha suerte y así concluyó la conversación. Durante todo el proceso, leí su mente y vi lo que pensaba. Estaba bastante seguro del significado de mis palabras.

Después de eso, no tenía intención de encontrarme con Edward y su familia; más bien, quería dejar todo en suspenso. Pero el destino no me permitió escapar. Me encontré con Carlisle en el pasillo, acompañado de la rubia, es decir, Rosalie, y Edward. ¡Genial!

Con todo esto, no pude evitar notar lo bien que el patriarca de los Cullen se veía. Dios mío, qué belleza. En serio, en mi mundo, el fandom estaba ciego. El doctor Cullen es mil veces mejor que Edward. En fin, qué bien come Esme.

No soy parte del fandom de ninguno de los personajes, pero si tuviera que elegir a alguien con quien estar en este momento, creo que me inclinaría por el Dr. Cullen. Su calma y sabiduría me resultan muy atractivas, además de su apariencia impecable. Y no puedo evitar notar lo hermosa que es Rosalie. Su presencia irradia confianza y elegancia, y no puedo evitar sentirme atraída por eso. Supongo que cada personaje tiene algo especial que nos llama la atención de manera única.

Nota: 

¡Hola a todos!

Quiero expresar mi agradecimiento por su interés en mi historia. Me llena de alegría saber que les gusta y me motiva a continuar escribiendo con entusiasmo.

Quisiera invitarlos a leer mi historia " Justo en tu punto débil ". Aunque sé que no todos son fanáticos de Teen Wolf, les seguro que encontrarán algo especial en esta historia.

Su apoyo significa mucho para mí, y estoy emocionada de compartir esta historia con ustedes. ¡Espero que disfrutes leyendo tanto como yo disfruto escribiendo!

Con cariño, Anya