—Ahora la pregunta sería, ¿qué eres tú? —preguntó Demian.
—Ya te dije que soy especial, solo eso —dije, recostándome en el sofá.
—Deja de decir tonterías y dinos qué eres —dijo Demian, elevando un poco la voz.
—Demian, ya basta —intervino Ian.
Vi que Demian estaba algo enojado, así que decidí inventarme algo de improviso.
—Bueno, bueno, está bien. Realmente no sé qué soy ni por qué. Solo sé que un día me desperté y ya tenía dones: correr a gran velocidad, ver a kilómetros, bla, bla.
—¿Simplemente así? Juraría que las cosas no son tan fáciles como lo dices —replicó Demian—. Eso no explica cómo sabes de las otras razas, como los vampiros o los lobos.
—Tengo una buena explicación. Además, ¿cómo no darse cuenta de que alguien es un vampiro? Obviamente son súper raros. Si alguien no se da cuenta, es porque es ciego. ¿No has visto a los Cullen? Por Dios, son obvios.
—Bueno, tienes un buen punto. Pero ¿cuál es tu explicación sobre los demás? —preguntó Demian.
—Verás, puedo leer la mente. Así es como sé algunos pensamientos que han tenido —dije.
—¿En serio puedes leer nuestras mentes? —preguntó Liam, sorprendido.
—Oh, no, no. Sus mentes son complicadas y confusas. No puedo saber qué piensan. Es extraño, nunca me había pasado. Si se concentran en algo específico, quizás pueda escucharlo —respondí.
Demian me miró y dijo: —Si es así, entonces, ¿qué pienso justo ahora?
Cerré los ojos y me concentré.
—Bueno, creo que eso no es muy agradable, Demian —dije, sonrojándome un poco.
Demian sonrió y dijo: —Te creo.
Ian nos miró y se sentó a mi lado. Liam, al otro extremo, estaba comiendo y me soltó una sonrisa.
Su forma de comer era tan divertida que casi me reí, pero me contuve y miré a Ian, quien me sonrió.
—¿Hay algo más que quieras saber de nosotros? —preguntó Ian, inclinándose un poco hacia mí.
Pasaron unos segundos buscando preguntas en mi mente hasta que encontré una.
—Sí, chicos, ¿qué son exactamente los cazadores? —pregunté, rompiendo el silencio y mirando fijamente a Ian. Demian se inclinó hacia un extremo de la sala, arrugando la frente. Miró a Ian y luego a mí, comenzando a explicar.
—Los cazadores somos... algo así como una antigua orden. Nuestra historia se remonta a muchos siglos atrás, cuando un brote de criaturas demoníacas causó un caos inimaginable en el mundo. Eran tiempos oscuros, y de ese caos surgimos nosotros, los cazadores —explicó Demian, su voz llena de gravedad.
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Maldita reencarnación
Acak¡Quién iba a imaginar que expresar un anhelo alteraría mi destino hacia el más allá! Absolutamente nadie. Incluso mi propia conciencia parece asombrada al pensarlo. Es insólito que los deseos se materialicen, y más aún cuando estás literalmente en l...