Capitulo 6. Renee.

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—Tus deseos han sido concedidos. Espero que sea lo que hayas pedido. Te he dado un deseo más, espero que te guste, Bella.

—¿Qué será? —pensé.

—Lo descubrirás pronto —respondió la entidad.

De repente, sentí una mano en mi pecho, tirándome hacia atrás, y una voz susurró:

—Ahora, vuelve.

Abrí los ojos, encontrándome en la bañera, envuelta en las cortinas del baño. ¿Qué había pasado? ¿No me había golpeado? ¿Un sueño? —pensé, pero no, no lo fue. Todo fue real. Lo sentí, lo viví. Todo había sucedido de verdad.

Me levanté de la bañera, aún procesando lo ocurrido. Miré a mi alrededor, tratando de entender. Con cuidado, me envolví en la toalla y salí del baño.

Me puse ropa cómoda; era momento de acostarse, aunque debería estudiar un rato o probar mis nuevas habilidades. Pero eso no va conmigo ahora. Realmente solo quiero descansar; tenía mucho que procesar. Cuando me encontraba recostada en mi almohada, sonó un celular. Estaba algo pensativa, pero lo tomé. Era Renee. Claro, ya había llamado antes, pero no había contestado.

—Hola, Renee —dije al contestar el celular.

Hubo una pausa antes de que la otra parte continuara contestando.

¿Renee?...

—¡¿Todo bien, cariño? ¿Cómo te está tratando Forks?

Sentí una punzada al escuchar la voz de Renee.¿mal?  bueno ella no es mi madre en sentido de la palabra ,pero bueno sobrellevemos esto.

—Todo bien, Renee. Forks es... interesante —respondí, manteniendo mi tono neutral.


—¿Interesante? bueno si Forks es un lugar hermoso, lleno de naturaleza. Además, tienes a tu padre, Charlie, que te quiere mucho y te cuida. ¿Has conocido a alguien especial?

Un lugar "hermoso", dices. Bueno, si estar rodeada de vampiros que te pueden arrancar la cabeza de un momento a otro, adolescentes pubertos y hombres lobo que parecen no haber oído hablar de camisas es un lugar "hermoso" , entonces sí. ¿Dónde firmo para mudarme?"

—No realmente —dije, tratando de mantener la conversación ligera—. Solo he estado adaptándome.

— y en la escuela?

Mientras estaba a punto de responder a la pregunta, sentí la mirada de alguien en particular. ¡Ahí estaba, el acosador de Edward! Podía sentir cómo me observaba desde la distancia. Bueno, esto es gracias a uno de los deseos que pedí. Ahora tengo las características de un vampiro: sentir, escuchar, ver, oler... etc. En hora buena, me reí para mis adentros y decidí molestar un poco al acosador.

—Bueno, no me interesa nadie en mi escuela —dije con voz clara—, no hay nadie interesante. Pero debo admitir que hay personas espeluznantes que te miran como si quisieran arrancarte la cabeza o comerte.

Entonces, con una sonrisa traviesa, agregué:

—Supongo que debo de mantenerme alerta. ¡Nunca se sabe cuándo podría aparecer un acosador y atacarme!

Renee respondió con una sonrisa indulgente, diciendo:

—Oh, cariño, siempre has tenido una imaginación tan vívida. Pero sí, es importante mantenerse alerta en la escuela. Aunque espero que no te encuentres con ningún acosador de verdad por ahí.

Los pensamientos de Edward se volvieron más intensos  al escuchar mi comentario, y sentí un cosquilleo de diversión burbujeando dentro de mí. Por dentro, quería reír a carcajadas ante la ironía de la situación, pero sabía que debía mantener la compostura. Después de todo, no quería darle a Edward más motivos para sospechar de mis extraños comentarios.

—Si, bueno no te preocupes estoy bien es solo un decir.

—Ya veo. Me alegra saber que estás bien. Sabes que siempre puedes contar conmigo, ¿verdad?

—Sí, lo sé. Gracias, Renee.

...

Nos despedimos, y aunque la conversación fue breve, sentí el peso de nuestras palabras no dichas. Renee no era mala, solo... distante. Trataba de ser una buena madre, pero siempre habrá una barrera entre nosotras que no se podrá evitar.

No sé si era porque me sentía lo suficientemente madura como para pensar en cosas de adolescentes en este momento, o simplemente estaba incomoda con Renee. O quizás, más bien, al no tener una buena figura materna, me incomodaba hablar con ella al imaginarla en el lugar de mi madre. Bueno, aunque soy ahora una adolescente, tengo la mentalidad de un adulto y debo pensar como tal. Dejemos el pasado atrás y seamos bella, aunque ni siquiera como 'La Bella', eso es extremadamente claro. Solo tratemos con Renee y no la haremos pasar un mal momento. 

Bajé las escaleras hacia la cocina con la intención de tomar un vaso de agua. Mientras lo llenaba, eché un vistazo al televisor encendido en la sala de estar y me detuve al ver a papá, Charlie, inmerso en un juego en la tele.

Una sonrisa se deslizó por mis labios al ver lo concentrado que estaba.

—Papá —lo llamé, sintiendo una oleada de cariño hacia él.

Charlie giró la cabeza hacia mí, su rostro iluminado por una sonrisa cálida.

—Hey, Bella —respondió con su voz amable—. ¿Todo bien?

—Sí, todo bien —confirmé, sosteniendo el vaso de agua en alto como prueba—. Solo necesitaba un poco de agua.

Charlie asintió comprensivamente y volvió su atención al juego.

—Genial, hija. Si necesitas algo, aquí estaré —dijo con una sonrisa antes de sumergirse nuevamente en la pantalla.

Al subir las escaleras, noté que la presencia de Edward ya no estaba. Parecía haberse marchado. Suspiré aliviada mientras llegaba a mi habitación y me dejaba caer en la cama, lista para empezar de nuevo mañana.

Cerré los ojos y dejé que la tranquilidad de la noche me envolviera.

Maldita reencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora