¡Quién iba a imaginar que expresar un anhelo alteraría mi destino hacia el más allá! Absolutamente nadie. Incluso mi propia conciencia parece asombrada al pensarlo. Es insólito que los deseos se materialicen, y más aún cuando estás literalmente en l...
Otro día más en la escuela, navegando entre las clases como un barco en alta mar. Me he topado con algunos de los Cullen, quienes parecen tener como único propósito observarme de manera enigmática. La cafetería está especialmente bulliciosa hoy, o quizás siempre es así. A lo lejos, diviso a los chicos nuevos en una esquina, a los Cullen en la otra, y a Eric y su grupo en otro extremo. Sinceramente, desearía poder sentarme en algún rincón solitario de este lugar, pero me prometí a mí misma socializar más y vivir esta vida al máximo.
Me uní a Eric y su grupo, no tanto porque me sintiera más cómoda con ellos, sino porque aún no me había relacionado con los Cullen, y los chicos nuevos no me habían dirigido la palabra. Opté por la mejor opción disponible, ya que sentarme sola habría sido incómodo después de haberme sentado con el grupo de Eric el primer día.
Pasaron unos días y todo iba "normal", si así se puede decir. Practicaba mis habilidades aquí y allá, entre otras cosas. El día de hoy estaba lluvioso, así que me preparé para ir a la escuela. Salí y me encontré con Charlie, quien también estaba a punto de salir. Le pregunté por qué la prisa, y me dijo que un guardia había sido atacado por un animal. Había olvidado por completo ese incidente. Me concentré en lo mío y no le di más importancia. Aunque nunca prometí ser ninguna heroína, ni nada por el estilo, solo quiero vivir mi vida al máximo.
Al llegar a la escuela, me encontré con Eric, quien estaba hablando de un reportaje. Luego, insinuó si tenía con quién ir al baile. Justo a tiempo, Mike llegó para interrumpirlo. Suspiré y decidí ignorar sus payasadas. Me dirigí a mi asiento, donde ya se encontraba Edward. "Genial", murmuré mientras giraba los ojos y me acercaba para sentarme, sin darle mucha importancia.
Mientras comenzaban las clases, noté que Edward parecía absorto en un monólogo interno. Aquí vamos, pensé para mí misma, esperando su parte del diálogo.
—Hola, lamento no haberme presentado bien contigo la semana pasada. Me llamo Edward Cullen, ¿tú eres Bella? —dijo con un tono calmado, aunque sus ojos reflejaban una intensidad que me puso alerta.
Nota: lo que paso en al capitulo 4 cambio por la entidad.
Claro, soy Bella, ni que me lo recuerdes, pensé, mientras una pequeña sonrisa juguetona se asomaba en mis labios.
—Y yo soy Isabella Swan, un placer —respondí, esforzándome por mantener la cortesía, aunque sentía una ligera incomodidad.
El profesor comenzó a hablar, y mientras explicaba el tema, no pude evitar notar cómo Edward me miraba. Era como si fuera un depredador acechando a su presa. La situación se volvía cada vez más inquietante, sobre todo cuando escuché sus pensamientos, lo que lo hizo aún más perturbador.
Durante el transcurso de la clase, me mantuve en silencio, enfocada en observar el microscopio, ofreciendo mi opinión sobre lo que estábamos viendo. En un momento, Edward mencionó que había faltado a clases por un viaje que tuvo por razones personales.
—Ajá, y ¿quién te preguntó? —pensé, mirándolo con incredulidad, pero luego simplemente asentí para no dejarlo con una respuesta a medias.
El silencio volvió, y de repente, Edward se puso en modo detective, haciendo preguntas.
—Así que te gusta el clima —dijo, observándome con curiosidad.
—Sí, es agradable. Me gusta mucho el frío —respondí, tratando de sonar neutral mientras notaba la intensidad con la que me analizaba.
—Entonces, elegiste un buen lugar —comentó, con una media sonrisa en los labios, como si supiera algo que yo no.
Así continuó la clase hasta que finalmente terminamos y ganamos la dichosa cebolla de oro. Seguimos hablando por el pasillo, pero fuimos interrumpidos por sus propios pensamientos. Luego, se fue abruptamente.
Dios mío, Edward es un caso extraño. Sé que cuando está cerca de mí, parece perder el control, pero ¿por qué está tan ensimismado en sus pensamientos?
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En fin, no son cosas mías. Cuando miré al fondo, noté a Ian observándome con una expresión extraña, una mezcla de curiosidad y algo más que no pude descifrar. Lo ignoré y me dirigí a mi camioneta. Ya quiero ir a la tienda; quiero comprar pintura para la camioneta. La quiero en negro si es posible.
Mientras colocaba mis pertenencias en la camioneta, de repente recordé esa escena con Tyler. ¿Debería evitarla o dejar que suceda? Creo que es mejor dejar que suceda. Será más interesante y tal vez me permita acercarme más a los Cullen.
Aunque era algo opcional.
Miré hacia ellos y noté que Edward me estaba observando nuevamente. Volví la cabeza rápidamente, sintiendo esa extraña sensación que experimenté el otro día. ¿Qué significa todo esto?
Nota: Disculpen la tardanza y el capitulo corto, pero he estado muy ocupada. Desearía volver a ser adolescente y no tener responsabilidades, pero soy un adulto y ya saben. Con todo esto, también pueden ir a ver la historia nueva titulada: "Justo en tu punto débil". Es un fanfic de Teen Wolf. Espero que les guste.
