¡Quién iba a imaginar que expresar un anhelo alteraría mi destino hacia el más allá! Absolutamente nadie. Incluso mi propia conciencia parece asombrada al pensarlo. Es insólito que los deseos se materialicen, y más aún cuando estás literalmente en l...
Después de haber terminado nuestra carrera, comenzó otra. Apareció una chica en medio de todo. Era alta y muy hermosa, de esas personas que deslumbran sin importar si eres mujer u hombre. Fue muy extraño, y lo fue aún más la reacción de los chicos. Cualquiera pensaría que estaban fascinados por su belleza, pero yo estaba segura de que no era eso. Sus rostros se pusieron tensos y en alerta. Era muy, pero muy sospechoso, así que opté por leer la mente de la chica.
¡Santa mierda! Esa tipa es un demonio. Joder, esto es uno de los cambios que hizo la deidad, añadir demonios. Bueno, no sería descabellado, ya que existen licántropos y vampiros, que son una especie de demonios. Además, existe el infierno, tal como existe el cielo, así que no es tan extraño. Pero ahora tengo que lidiar con esto, aparte de los vampiros y los lobos. Maldita sea mi suerte.
—Bella —me llamó Liam, sacándome de mi trance—, deberías irte. Es muy tarde ya.
—Sí, creo que deberíamos irnos todos —dijo Ian.
Estaba segura de que algo sucedía; no soy ciega. Pero por alguna razón, tenía la sensación de que debía irme. Tal vez Charlie ya estaba en casa.
—Ah, por supuesto. Ya me estaba por ir —dije, colocándome bien mi abrigo.
Me alejé del grupo y observé a lo lejos sus espaldas. Luego, intercambié miradas con Ian, quien me hizo una señal, pero al no fijarse, tropezó con un chico, haciéndolo caer. Solo vi la escena y me di la vuelta. Quería reírme, pero solo hice una mueca. Eso tuvo que doler.
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Mientras caminaba hacia la calle, no podía evitar pensar en la nueva amenaza. Demonios. ¿Qué más podría venir? Al llegar al final del camino, miré una última vez hacia donde estaban los chicos. Ellos ya no estaban, y la chica demonio había desaparecido entre la multitud.
Maldita sea, había venido en un aventón. ¿Qué debería hacer ahora? Hmm, tengo algo en mente, pero primero debo ir a un lugar apartado en el bosque. Podía correr a casa, recuerden que tengo las habilidades de un vampiro aunque siga siendo humana.
Sonreí ante la idea y me escabullí entre la multitud hacia el bosque. Aunque ahora que lo pienso, ¿a qué dirección debo ir? Se me había pasado ese detalle. Tengo memoria fotográfica, pero nunca había usado esta habilidad a larga distancia ni por el bosque. Bueno, no importa, solo correré hasta llegar a mi destino. Jugaré a la ramita: a donde caiga, correré. ¿Sur o norte? Hmm, cayó al norte. Hagámosle caso.
Comencé a correr, teniendo la sensación de que todo a mi alrededor iba lento. Se sentía bien. Obviamente, miraba con cuidado dónde pisaba, podría tropezar. Pasaron unos minutos y todo iba bien, hasta que a lo lejos escuché un estruendo como si estuviera sucediendo una batalla. Me paré en seco y fui hacia el sonido. Cuando llegué, me quedé estupefacta por lo que estaba viendo.
—Joder, lo sabía. Sabía que ellos no eran normales —dije susurrando, mientras presenciaba el ataque coordinado de Liam e Ian contra aquella chica. Oh, vaya, comenzaron a salir garras de sus manos. Ella saltó sobre ellos, y los chicos simultáneamente sacaron una ballesta disparándole flechas a esa cosa que ya a este punto no parecía un humano.
