El amanecer trajo consigo una calma engañosa a la ciudad, una tranquilidad que contrastaba con el torbellino de pensamientos que llenaba la mente de Ian. A pesar de su breve descanso, su mente seguía procesando la información y las experiencias de los días anteriores. Se levantó con una determinación renovada, sabiendo que cada segundo contaba en su preparación para lo que estaba por venir.
Mientras se vestía, escuchó un suave golpe en la puerta. Era Jenny, con una bandeja de comida y una sonrisa cálida.
-Buenos días, Ian. Pensé que te vendría bien algo de energía para el día que te espera -dijo, colocando la bandeja en la mesa junto a la ventana.
Ian agradeció el gesto con una sonrisa y se sentó a disfrutar del desayuno. La comida simple pero nutritiva le dio el impulso que necesitaba para enfrentar el día. Mientras comía, Jenny se sentó frente a él, su expresión serena pero inquisitiva.
-Parece que hoy será un día largo -comentó Jenny, observándolo con atención-. ¿Tienes alguna idea de qué planes tiene Lord Eldar para ti?
Ian asintió, tomando un sorbo de agua antes de responder.
-Lord Eldar mencionó que debo fortalecerme y estar listo para futuras misiones. Ayer logramos obtener información valiosa, pero la amenaza de una alianza entre el Reino Estelar y los mercenarios es algo que no podemos ignorar. Debo entrenar y prepararme para lo que venga.
Jenny asintió, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y determinación.
-Tienes razón. La situación es delicada, y necesitamos estar preparados. Pero recuerda, Ian, que no estás solo en esto. Tienes aliados y amigos que estarán a tu lado.
Ian agradeció sus palabras, sintiendo una calidez en su pecho. Sabía que tener el apoyo de Jenny y sus nuevos aliados era un factor crucial en su lucha. Después de terminar el desayuno, se levantó y se dirigió hacia el cuartel general para reunirse con Lord Eldar y recibir sus nuevas órdenes.
Al llegar, encontró a Lord Eldar en su oficina, revisando documentos con una expresión grave. Cuando Ian entró, levantó la vista y le hizo un gesto para que se acercara.
-Buenos días, Ian. Me alegra verte tan temprano. Tenemos mucho de qué hablar -dijo, indicando una silla frente a su escritorio.
Ian se sentó, preparado para recibir nuevas instrucciones. Lord Eldar se inclinó hacia adelante, entrelazando las manos sobre la mesa.
-La información que obtuviste es vital, Ian. Gracias a ti, sabemos que el Reino Estelar está planeando una alianza con los mercenarios, lo que podría inclinar la balanza de poder en su favor. Necesitamos actuar rápido para evitarlo -comenzó, con una mirada penetrante-. Pero primero, debemos asegurarnos de que estés listo para lo que está por venir. Por eso, he decidido que es hora de que te entrenes con uno de nuestros mejores guerreros.
Ian sintió una mezcla de emoción y nerviosismo ante la perspectiva de un nuevo entrenamiento. Lord Eldar se levantó y caminó hacia una pared cubierta con mapas y diagramas.
-Quiero que conozcas a Lina. Es una de nuestras mejores espadachinas y tiene una vasta experiencia en combate. Te enseñará lo que necesitas saber para sobrevivir en las batallas que se avecinan -dijo, señalando hacia la puerta-. Está esperando en el campo de entrenamiento. Ve a reunirte con ella.
Ian se levantó, agradeciendo a Lord Eldar por la oportunidad, y se dirigió hacia el campo de entrenamiento. Al llegar, vio a una mujer alta y esbelta con una postura segura y una mirada decidida. Su cabello oscuro estaba atado en una coleta alta, y llevaba una espada larga a la cintura.
-Hola, Ian. Soy Lina. He escuchado mucho sobre ti -dijo, con una voz firme pero amistosa-. Parece que tienes mucho potencial, pero también mucho que aprender. Vamos, empecemos.
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Infierno Silencioso
AvventuraEste libro trata de un lugar en el cual es alejado de todo rastro de sociedad, ese lugar era un bosque de escalas enormes, en ese lugar en dónde comenzó a existir una sociedad, y ser formaron tres reinos... Hasta que... Se desató una guerra horrible...