La mañana en el castillo comenzó con una tranquila serenidad. Ian despertó abrazado a Belly, que aún dormía plácidamente. Con mucho cuidado, Ian se deslizó fuera de la cama para no perturbar su sueño. Se movió con delicadeza, evitando cualquier ruido que pudiera despertarla. Se dirigió al baño, donde se duchó rápidamente para comenzar el día con energía renovada.
Una vez duchado, Ian preparó un desayuno ligero, pensando en el largo día que le esperaba. Tras comer, se vistió con su ropa habitual y se preparó para lo que sería una jornada crucial. Antes de salir, decidió dejarle una nota a Belly para que supiera dónde estaría.
La nota decía:
"Hola Mi Niña, si me buscas estaré en el centro planificando una estrategia para la siguiente gran batalla. Con Mucho Amor, Ian."
Ian colocó la nota sobre la mesita de noche junto a Belly y salió de la habitación. Se dirigió al centro de la ciudad, donde sus amigos ya lo esperaban. La plaza central estaba llena de vida, con el bullicio de los ciudadanos que comenzaban su día. Ian vio a Alex, Wei, Lina y los demás ya reunidos cerca de una gran fuente.
Al llegar, Ian fue recibido con sonrisas y abrazos. Alex fue el primero en hablar.
-¡Ian! Llegas justo a tiempo. Hemos estado discutiendo algunas ideas mientras te esperábamos -dijo Alex con entusiasmo.
-Sí, creemos que necesitamos reforzar nuestras defensas y reclutar más guerreros. El Reino Estelar no nos dará tregua -añadió Wei, con un tono serio.
Ian asintió y tomó un asiento junto a ellos, dispuesto a escuchar y participar en la planificación. En ese momento, Belly llegó al lugar y se unió a la conversación, siendo recibida con un cálido abrazo de Ian.
-Estábamos hablando sobre la necesidad de reclutar más guerreros -dijo Ian, mirando a Belly. -También hemos pensado en construir un muro alrededor del reino para mayor protección.
-Eso suena sensato -respondió Belly. -Pero también debemos pensar en el entrenamiento de los nuevos reclutas. Necesitan estar bien preparados para lo que se avecina.
-Exactamente -dijo Lina. -Podríamos organizar campamentos de entrenamiento en las afueras de la ciudad. Tengo algunos contactos que podrían ayudarnos con eso.
Alex asintió y añadió:
-Y en cuanto al muro, podríamos comenzar por las áreas más vulnerables. Un muro de diez metros de alto y tres de ancho debería ser suficiente para disuadir a los atacantes.
-Me gusta esa idea -dijo Ian, pensativo. -Además, podríamos utilizar materiales resistentes y asegurarnos de que cada sección esté bien fortificada.
La conversación continuó, llena de ideas y estrategias. Cada uno aportaba su perspectiva, asegurándose de que todos los detalles fueran cubiertos. Mientras hablaban, la atmósfera se llenaba de una mezcla de determinación y camaradería.
-También necesitamos asegurarnos de que nuestros suministros estén bien protegidos -dijo Wei. -No podemos permitir que el enemigo los destruya o los robe.
-De acuerdo -respondió Ian. -Podríamos establecer almacenes seguros dentro de la ciudad y asignar guardias para vigilarlos.
-Y no olvidemos la comunicación -añadió Belly. -Necesitamos un sistema eficiente para mantenernos informados sobre cualquier movimiento enemigo.
-Podríamos utilizar mensajeros y señales de humo para enviar mensajes rápidamente -sugirió Alex.
Mientras discutían, la sensación de unidad y propósito se hacía más fuerte. Estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el Reino Estelar pudiera lanzarles. La planificación continuó hasta bien entrada la mañana, con cada uno aportando sus habilidades y conocimientos para fortalecer el Reino Diamante.
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Infierno Silencioso
PertualanganEste libro trata de un lugar en el cual es alejado de todo rastro de sociedad, ese lugar era un bosque de escalas enormes, en ese lugar en dónde comenzó a existir una sociedad, y ser formaron tres reinos... Hasta que... Se desató una guerra horrible...