JongIn se encontraba de pie al lado del auto en el cual estarían transportándose. No se podía creer que realmente le había dicho que le ayudaría a escapar, estaba pensando todas las consecuencias que podría traer, las de Insung eran las menores. Pero que más daba, se estaba volviendo loco al ver el maltrato recibía. Los odiaba.
De momento vio a KyungSoo salir de la casa, iba muy bien vestido, un traje negro de marca bien ajustado, su pelo muy bien arreglado. Llevaba algo de maquillaje, lo sabía, esas marcas de antes no estaban en su rostro. Llevaba su barbilla en alto con esa mirada de arrogancia, no era más que una simple pantalla. Mas detrás Jo Insung apareció. Caminaba seguro de sí mismo hacia su dirección, —Que tipo más detestable—.
Subieron al auto rápidamente para iniciar su marcha a un casino muy conocido de la familia Oh. Los Oh eran una familia muy destacada por la cantidad de propiedades que tenían, incluían negocios de hotelerías entre otros. Mientras conducía, JongIn no podía despegar la mirada de KyungSoo a través del retrovisor delantero. Recordaba lo que había hecho la noche anterior luego de haberle echo aquella propuesta.
— ¿A una zorra como yo? —respondió—es una broma ¿no? ¿Qué crees que va a pasar cuando se entere de que me he escapado? Ira por mí y volverá a encontrarme, va golpearme y hasta matarme... ¿Qué pasaría contigo, JongIn? —deslizó sus dedos suavemente por su rostro, hasta acariciar sus labios—¿Vas a arruinar tu vida por mí?
Sabía que lo estaba haciendo era peligroso, pero no toleraba más todo lo que estaba sucediendo. No hubo conversaciones en el auto hasta llegar al casino donde de inmediato le acompañaron hasta las oficinas de aquel lugar, estuvieron unos cuantos segundos en espera mientras su mirada seguía puesta en KyungSoo.
— Bienvenidos...—dijo una mujer joven de pelo rubio—estábamos esperando por ustedes, ya hemos pedido de que comer y por supuesto de que beber... —les dio una sonrisa invitándoles a pasar, al adentrarse había algunos otros hombres y dos de ellos estaban sentados.
— No pensé que realmente fuera a venir —dijo uno de ellos poniéndose de pie—gusto volverte a ver Jo. —Insung le sonrió mientras asentía, tomaron asiento y luego de algunas cuantas palabras la reunión había iniciado.
— Bueno, ahora que entramos en materia... hablemos de negocios. Nos interesa lo que propusiste hace unas semanas, sin embargo, tenemos varias condiciones... —dijo uno de los hombres—nuestros clientes se sintieron agradados por el joven...—miraron a KyungSoo—deseamos que él sea el intermediario en las entregas dentro de nuestro local, pero también queremos ofrecer algo más.
— ¿Qué otra cosa? —Preguntó Insung, mientras KyungSoo parecía morir de la ansiedad allí sentado, podía ver como apretaba sus manos.
— Un servicio sexual, nuestros clientes se sintieron agradados a la vista con él. Sabemos que este chico es importante para usted, pero también los negocios, de esta manera podremos dividir un 50/50 en las ganancias, sabe que nosotros tenemos mucho que perder aceptando este contrato con usted, aproveche la oportunidad.
KyungSoo tenía el estomago revuelto de escuchar tal cosa, no era capaz de decir una sola palabra. Su corazón parecía querer salirle por la boca, sabía cual sería la respuesta de Insung. Sus manos sudaban a pesar de lo fría que estaba aquella habitación, miró a JongIn disimuladamente quien tenía una mirada fija pero un rostro sin expresión hacia Jo.
La conversación se había hecho nula ante los oídos de KyungSoo. ¿Lo iban a hacer participe en ventas de narcóticos y prostitución? Realmente tenía que huir. Escuchó como Insung estaba de acuerdo a las condiciones impuestas, KyungSoo de momento vomitó ensuciando la alfombra y causando el asco de todos.
— Sácalo de aquí, JongIn. — Kim lo levantó por el brazo sin decir una palabra, lo encaminó rápidamente a los baños de aquel lugar, KyungSoo cayó desplomado al suelo llorando.
— Acaba de venderme. —dijo mientras JongIn lo ponía de pie—prefiero morir, acaba de venderme, lo oíste... ¡me vendió! —JongIn lo sostuvo por los hombros esperando a que su reacción disminuyera un poco—¿Qué voy a hacer ahora?
JongIn le mostró su pistola, le tomó la mano para colocarla en su palma mientras lo miraba fijamente.
— Dispárame.
— ¿Qué coños estás hablando? ¿Cómo voy a dispararte? Te estoy diciendo que m—JongIn le cubrió la boca suavemente con su mano.
— Dispárame y sal corriendo... uno de mis hombres te estará esperando en la entrada, te llevaran a mi casa, no salgas de allí y haz lo que te digan.
— No puedo dispararle a nadie, acaso estas loco... —dijo sosteniendo el arma mientras sus manos temblaban—tómala, tómala...—cerró sus ojos y en ese momento escuchó el disparo salir de la pistola. Abrió los ojos para ver a JongIn sostener el estómago, sangre comenzaba a manchar su camisa.
— Vete... Anda corre.... —KyungSoo seguía paralizado— ¡corre!
KyungSoo salió corriendo de aquel lugar sin tener una noción hacia donde iría, no sabía de donde había sacado la fuerza para burlar a la seguridad del casino mientras corría, ¿Acaso iba a funcionar todo eso? Se lanzó a la calle entre medio de los autos sin rumbo alguno, hasta que un auto se cruzó en su camino.
— Súbete. — Le gritó el hombre, KyungSoo se subió al auto rápidamente y el conductor salió a alta velocidad de allí. Miraba sus manos con la pistola aún en manos y de momento pensaba en el rostro de JongIn y comenzó a llorar desconsoladamente.
El conductor extendió su mano hacia atrás para colocar una bolsa negra encima de sus piernas, le dio instrucciones que se cambiara de ropa. Lo cual había hecho con lágrimas en los ojos, no levantó la cabeza hasta que el auto se detuvo y él le invitó a salir. Por primera vez prestaba atención a como lucia, era un hombre de algunos 30 y algo, su pelo era totalmente castaño al igual que sus ojos, tenía una bonita piel blanquecina y un cuerpo bien trabajado.
Caminaron por un callejón hasta llegar a una casa, que no tenía bonita fachada por su exterior, pero era lo contrario en su interior.
— Por favor, siéntete como en casa.... —dijo mientras dejaba caer la bolsa al suelo—soy Kim JunMyeon, pero puedes llamarme Suho. Es lamentable conocerte en estas condiciones KyungSoo.
— ¿Cómo sabes mi nombre...?
— Soy el mejor amigo de JongIn. Hasta el momento esta es la casa en donde nos estamos quedando, hay suficiente comida en el refrigerador, aquella es su habitación puedes dormir en ella hasta que pueda regresar con nosotros, procura no tocar sus cosas, suele ser algo gruñón... —comentó con tranquilidad— date un baño y descansa.
— Le disparé... —dijo con la mirada aún perdida—no sé como ocurrió, no fue mi intención... —Suho lo miró y le dio una sonrisa.
— Si, JongIn está un poco loco, pero es un tema que va mucho más allá de un simple disparo. Ni siquiera te conoce del todo, pero supongo que tiene sus razones... vamos, ve a darte un baño.
Fue guiado hasta el baño donde se derrumbó en lágrimas, no podía dejar de preguntarse porque JunMyeon estaba tan calmado con todo eso, ¿Que había pasado con JongIn? ¿Qué pasará con ellos? ¿Por qué se había sacrificado de tal manera para sacarlo de allí?
ESTÁS LEYENDO
𝐂 𝐀 𝐎́ 𝐓 𝐈 𝐂 𝐎 ↝ ᴷᵃⁱˢᵒᵒ
Romance¿Era amor la manera en la que le colocaba sus manos sobre su cuello? ¿Quién diría que sería capaz de pasar del amor al odio? Do KyungSoo, vivía en un infierno junto a Jo Insung, su novio, quien no era más que un mafioso en pleno vuelo. Pensaba que...