𝐂 𝐀 𝐎́ 𝐓 𝐈 𝐂 𝐎 ↝ ᴷᵃⁱˢᵒᵒ

Capítulo 35: Enojo y pena

Luego de varios dias más:

JongIn se encontraba sentado en la sala de espera, sentía que los nervios iban a matarle en ese momento. Veía Yunho caminar de un lado a otro, expresando su ansiedad en ese momento mientras Jieun estaba afuera. No sabía cuanto tiempo había pasado, pero cada minuto simplemente parecía una eternidad. Había dejado a KyungSoo en casa por más que le había insistido en que le acompañara él decidió quedarse.

Sus conversaciones con Jieun desde ese día en que había llegado ebria pasaron a ser nula. Consideraba que debía de tener más control de sí mismo, y pensar que un hombre como Yunho estaba enamorado de tal mujer, como obviamente estuvo él en su momento.

— Lamento la espera, aquí tenemos los resultados. —dijo la enfermera apareciendo con un sobre en mano, JongIn se puso de pie mientras sentía que sus piernas iban a fallarle. Ella le ofreció el sobre a Yunho quien negó recibirlo con las manos temblorosas.

— Léalo usted. —le indicó.

La chica comenzó a abrir el sobre y parecía nunca terminar de abrirlo. La chica finalmente la abrió y leyó en su mente el resultado antes de decirlo a voz alta.

— El Sr. Kim no es el padre. —dijo y JongIn pudo respirar con cierto alivio viendo la sonrisa en el rostro de Yunho, ambos se dieron un abrazo como si hubiesen sido amigo de toda la vida.

— Estaba tan asustado de perder a mi hija... —dijo con cierta felicidad.

— Estoy contento de que pueda mantener a su familia de cierto modo. —volvieron a darse la mano—es hora de despedirnos y comunicarle a Jieun la respuesta. ¿Me entrega el resultado por favor? —se dirigió a la enfermera quien paso el sobre y se marchó.

Finalmente podía llegar a casa y darle a KyungSoo las buenas noticias, habían estado viviendo un infierno gracias a esto durante los últimos días. Aunque no era capaz de decirlo, había pensando que la niña realmente era su hija, pero ya estaba confirmado que así no era.

Yunho se acercó a Jieun a darle la noticia, JongIn la vio tomar su teléfono para hablar un rato por teléfono y luego marcharse sin ni siquiera mirarlo a la cara. Mujer insolente.

JongIn decidió marcharse, antes de llegar a casa hizo una parada. Deseaba animar bastante a KyungSoo, compró un ramo de rosas, y algunos chocolates sabía que le encantaban. Condujo escuchando la radio, pensaba que finalmente todo estaba terminado y era tiempo de volver a la calma. Llegó a casa, se bajó del auto, introdujo las llaves en la cerradura de la entrada mientras sostenía el ramo y los chocolates, pero al introducirse a la casa sintió un frio que le invadió todo el cuerpo.

Todas las luces estaban apagadas, ¿Estaba él dormido? Dejó las cosas encima de la mesa para dirigirse hacia la habitación, pero KyungSoo no estaba allí, fue con apuros hasta el baño donde tampoco estaba. ¿Dónde diablos estaba él? Sacó su celular para llamarle, pero tampoco le contestaba. Abrió el armario para confirmar que toda la ropa estaba allí, pensó que tal vez estaba exagerando. Tal vez solo había salido a caminar, tomó asiento en la cama aún con el corazón a millón, y no aguantó las ganas de volver a llamarle.

Lo hizo unas cuantas veces, pero no hubo respuesta, él no pudo simplemente desaparecer de la nada. No tenía idea a quien podía acudir si Gina no se encontraba en el país, pensó que lo peor le pudo haber pasado. Tal vez Insung había sido capaz de hacer algo estando aún dentro de la cárcel, se levanto de la cama y tomó las llaves de su auto para salir a buscarle. Él no debía de estar lejos.

En ese momento su celular sonó con el nombre de JunMyeon en pantalla dudó en responder por el apuro que tenía en encontrar a su amado, pero finalmente respondió.