—Hace dos años tomaste el apellido de tu madre, y gracias a tus impresionantes capacidades, reuniste y capitaneaste a los piratas Spade con lo que te hiciste una tremenda reputación. Fue por ese momento que nos dimos cuenta. La sangre de Roger aún vivía a pesar de todo. Pero Barbablanca se dio cuenta de eso al mismo tiempo que nosotros. Y aunque eras el hijo de su rival, él te aceptó en su barco, para así asegurar tu futuro como rey de los piratas.
—¡Te equivocas! ¡Me uní a su tripulación para convertirlo a él en el rey de los piratas!
—Nadie más que tú piensa eso. Barbablanca te estuvo protegiendo todo este tiempo. —Ace estaba atónito—¿Por qué crees que nos tomó tanto tiempo encontrarte? Y ahora sabemos que, si sigues con vida, tarde o temprano te convertirás en el rey de los piratas. Por eso el gobierno mundial y la marina no tienen más opción que ejecutarte antes de que eso pase. Incluso si eso significa librar una guerra contra Barbablanca.
—¡Admirante de flota! ¡Llegó un informe! ¡Malas noticias, alguien abrió las puertas de la justicia! Y no podemos contactar a la sala de control.
—¡No es posible!
Ace observó adelante. Se divisaron barcos acercándose.
—¡Llegaron! —exclamó un centinela.
—¡Todo el mundo a sus puestos! —exclamó un marino y las sirenas sonaron.Preparándose para la eminente llegada, los cañones fueron direccionados hacia los barcos enemigos.
—Es toda una flota, ¿cómo llegaron aquí? —se preguntó Sengoku.
—¿Dónde está Barbablanca? ¡Búsquenlo! — ordenó un capitán.
Ace se encontraba anonadado al ver la llegada de todos sus compañeros tan sólo por él para salvarlo.
—Vinieron todos — dijo sin salir de estupor.
Burbujas emergen hacia la superficie de la bahía.
—No puede ser.— murmura Sengoku.
Una erupción de agua hace que se generen olas que colisionan contra la orilla.
—¡Hay una sombra en la bahía! —exclama alguien.Debido a la fuerza con la que colisionan, son bañados por una llovizna y, poco después, la sombra incrementa hasta que en vertical se puede ver al gran Moby Dick aparecer. Tumbándose para acomodarse por completo frente a sus enemigos en la bahía, el Moby Dick se deshace de su revestimiento e invita a sus demás barcos a aparecer. Ace, boquiabierto, vio a los catorce comandantes dispuestos a comenzar esta guerra.
El silencio instalado debido a la inesperada aparición sólo podía verse interrumpido por el golpeteo rítmico de cierto material metálico. Exhibiéndose frente a toda la flota de marinos, el ilustre Barbablanca dio cara a Marineford.
Rió. —Tanto tiempo sin vernos, Sengoku.
—Barbablanca. —le respondió el mencionado.
—¿Cómo está mi querido hijo? Espero que esté bien.
—Nunca creí que se acercaría tanto...
Rió de vuelta. —Espérame un momento... Ace.
Estremeciéndose ante sus palabras, jadeó — ¡Padre!
Cerca de los comandantes pero lejos del frente del campo de batalla, observé a Barbablanca extender los brazos y exhalé fuerte sujetándome del borde del barco.
La guerra empezaba aquí. Y me tocaba sobrevivir hasta el final.
—¡Yo fui el que no los escuchó y se fue por su cuenta!—dijo poco después— ¡Debieron haber seguido adelante sin mí!
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Cambiaré tu destino - Portgas D. Ace
FanfictionAloise cayó al Moby Dick en una etapa de sus sueños lúcidos creyendo que despertaría poco después pero no fue así. Al percatarse que posee la oportunidad de salvar a Portgas D. Ace se embarca en una aventura donde su vida peligra, aún así está decid...