"Confesión"

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—Mmm — me remuevo en mi lugar. Estaba siendo aplastada. Volteo para un lado y veo a Ace boca abajo durmiendo plácidamente con su brazo sobre mi. Me levanto a medias y su brazo se desliza más abajo de mis caderas. Ahora es él quien se remueve.

—Buenos días Ace.

Sus ojos deambularon unos segundos antes de enfocarse en mí. Veo que brillan y me achico de la vergüenza.

—Hola. — se despereza estirando sus brazos. Me atrae a él ligeramente.

—¿Quieres algo para desayunar?

—Lo que sea está bien. —responde adormilado.

—Creo que aún tenemos café. Iré a preparar.

—Okay.

Entusiasmada me levanto a la cocina y antes de cruzar las telas giro a verle. Tiene el mentón apoyado en la mano mientras me observa.

—Tenemos que hablar de lo que haremos ahora, pero eso será luego del desayuno.

La idea no parece agradarle—Está bien.

Aún tiene que saber lo de su fruta. No tengo idea de cómo decírselo. Espero no reaccione mal.

¿Y si desea ir a buscar su fruta? No puede. Sabo será el que lo consuma.

Ah, lo de Sabo.

—¿Qué es esa cara?

—¿Qué cara?

—La que acabas de poner.

—No puse ninguna cara.

—Hiciste una cara así —arrugó horrible su rostro.

—Claro que no. Sólo estaba pensando.

—¿Y en qué pensabas?

—Lo hablaremos después del desayuno. — escapo a la cocina.

Escucho que se queja al levantarse de la cama. Me pregunto si aún no se ha recuperado del todo.

—¿Aún te duele algo? —le pregunto al verlo arrastrar los pies hasta llegar a mi lado.

—Nah, sólo estoy flojo.

—Ya te he aplicado todas las flores por lo que deberías estar bien.

—Estoy bien. Ahora — abrió la gaveta y sacó dos tazas —voy a ayudarte para que podamos tener esa conversación. Creo que será bastante interesante viendo cómo reaccionabas a tus pensamientos.

—¿Se me nota en la cara?

—Eres demasiado fácil de leer.

—Bueno, no descubriste mucho de mi que digamos.

—Algunas cosas que tú sabes escapan mi entendimiento.

—Ajá ajá.

Preparamos el desayuno juntos y nos sentamos a disfrutarlo. Ace me preguntaba sobre qué había hecho mientras estaba inconsciente. No voy a negar que me daba pequeño placer verlo tratar de mantener la compostura cuando le hablaba de Faber. Quería preguntarle sobre Impel Down y Marineford pero no quería arruinar el ambiente. Conociéndolo tampoco es que diría mucho.

Cambiaré tu destino - Portgas D. AceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora