"Partida"

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—Piensan zarpar la siguiente semana, ¿no es así? —la señora Delia me pregunta desde la cocina.

—¿En serio se irán? — pregunta Marie y yo juego con su coleta de caballo.

No volvimos a hablar directamente del tema con Ace. No tengo la paciencia para hacerlo y, siendo completamente honesta, no me siento cómoda últimamente con él. No he vuelto a dormir en la cabaña.

—Faber no me ha dicho dónde piensan ir. ¿Tienen alguna isla en mente?

—Me gustaría ir a Water 7. Sólo que no hablé de ello con Alec aún.

Es una isla conocida pero creo que es una isla hermosa. Quizás encadene a Ace en el barco.
Debería desistir ir. Suspiré.

Yo misma le dije a Ace que piense racionalmente.

—Ven un momento Aloise. Chicos, vayan a sus piezas a jugar.

Dejo a Marie y Noah en la sala para ir al comedor. Cuando la señora me ve llegar se hace a un lado y se limpia las manos colocándose en la posición que le llamo: "habla niña".

—Aún no me arreglé con Ace.

—Vas a estar días enteros encerrada con él sin poder ir muy lejos. Te conviene solucionar esto lo más pronto posible.

Exhalé todo el aire que podría tener en mis pulmones tratando de calmarme. Realmente me había sacado de quicio. ¡Esa conversación la habíamos tenido más de quinientas veces y aún así no entiende nada!

—A veces debemos ser nosotras quienes tenemos que dar el brazo a torcer.

—En esto no lo puedo hacer.

Arrugó los labios. Ese gesto solía hacerme mi madre.

Qué testaruda eres por Dios.

No sé qué te hizo Alec pero puedo ver que lo ha estado pensando mucho. Dale una oportunidad de que pueda arreglarlo. Tus defensas están muy altas Aloise.

—Es un malagradecido. —me muerdo la lengua evitando hablar de más. Todos lo defendían sin saber mi parte de la historia.

—Estás siendo muy dura.

—He hecho mucho por él, más de lo que puede imaginar. —hizo un movimiento de cabeza y cerré la boca. — Lo siento. Pero es que sí. Quiere volver a ser pirata. — digo cruzándome de brazos. —Es un testarudo. Ya lo intenté de todo, fui sincera con él y le expliqué todo, arriesgué mucho para que él pueda vivir tranquilo y él quiere ir a arriesgar su vida y perderla. ¡Soy una tonta por involucrarme tanto con él, sabía que no debía hacerlo!

—Deja de decir disparates, puedo notar que estás muy enamorada de él.

—¿Estar enamorada sirve de algo?

—Aunque no lo creas, sí. Servirá para que busques entenderte con él y las cosas funcionen.

—Pues no está pasando. O al menos él no está enamorado de mí.

—Oh, por favor.

—No lo suficiente.

—Está aprendiendo a hacerlo. Creo que Alec trata de conservar ambas cosas y no puedes culparlo por intentar. Yo también viví lo que tú estás viviendo ahora con Julen.

—¿El señor Julen quería volver a ser pirata?

—Así es. Fue muy difícil que soltara esa idea porque también está enamorado del mar, o quizás, de la libertad. Es por eso que te digo que le des tiempo y que le permitas expresar sus frustraciones, que quiera hacerlo no significa que lo hará.

Cambiaré tu destino - Portgas D. AceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora