Capítulo 12:Invencible

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El sonido de los disparos resonó a través de la mansión como truenos en una tormenta

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El sonido de los disparos resonó a través de la mansión como truenos en una tormenta. Me desperté de golpe, con el corazón martillando en mi pecho. En un instante, me puse en pie, aguzando el oído para captar cualquier indicio de lo que estaba pasando.

Los tiros eran constantes, y las voces que se oían eran en inglés británico. Los hombres de Catherine habían encontrado la mansión de Daniela. Tuve que mantener la calma. Tenía que salir del cuarto sin que nadie me viera.

Abrí la puerta de la habitación con cautela, agradeciendo que no chirriara. El pasillo estaba oscuro y solo iluminado por la luz intermitente de las balas que atravesaban las ventanas. Me moví lentamente, pegándome a las paredes, usando cada sombra para esconderme. Un gran problema era que aún estaba algo lastimada en ciertas partes del cuerpo.

Un guardia pasó corriendo frente a mí, sin notar mi presencia. Respiré hondo y continué avanzando, manteniendo los ojos y oídos atentos a cualquier movimiento.

Los atacantes estaban bien organizados, moviéndose en formación. Vestidos como hombres de catering, avanzaban por el pasillo principal, disparando a cualquiera que se les cruzara.

Me escondí detrás de una columna, observando la escena. El tiroteo era feroz. Los guardias de la mansión estaban siendo superados. No podía quedarme ahí; tenía que encontrar a Daniela y sacarla de este infierno.

Con sigilo, avancé por el pasillo lateral, esquivando cuerpos y evitando cualquier confrontación. El sonido de los disparos era ensordecedor, pero mantuve la concentración. Cada paso era calculado, cada movimiento, preciso.

Llegué a la escalera principal y me detuve al escuchar voces. Los atacantes estaban cerca. Me agaché, ocultándome detrás del barandal, y observé cómo se movían hacia las habitaciones del segundo piso. Neutralicé a dos con un movimiento rápido y letal.

"Daniela, ¿dónde estás?" pensé, desesperada. La preocupación por ella me consumía. A pesar de nuestra complicada relación, no podía soportar la idea de que algo le pasara.

Finalmente, vi una puerta entreabierta al final del pasillo. Me acerqué rápidamente, asegurándome de no hacer ruido. Al asomarme, vi a Daniela escondida detrás de un escritorio, con una expresión de enojo en su rostro. El problema era que tenía a sus guardaespaldas personales y su hermano estaba con ella. ¿Dónde estaban sus padres?

—Daniela —susurré, intentando llamar su atención sin alertar a los atacantes.

No me escuchó, entonces opté por esconderme debajo de la escalera principal. Escuché a Antonio y Antonella. Después de eso, noté que no estaban solos, escuché los pasos de ambos y sus voces, también muchísimos pasos a la vez, eran muchos hombres armados. Abrieron fuego, acabando con todos los hombres de Catherine. El problema es que dejaron un campo de sangre enorme en la sala principal de la mansión Avilés. Aún no entendía por qué Catherine decidió atacar tan repentinamente a Daniela y menos pensaba cómo logró que muchos hombres se infiltraran. Era extraño y aún no me daba sentido.

Amor Encubierto: Espía x Mafiosa GLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora