Capítulo 9:Una necesidad

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No podía concebir que existiera alguien así, como un ser de las sombras; una mujer capaz de doblegar a cinco hombres adiestrados y escapar de entre mis manos con tal facilidad

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No podía concebir que existiera alguien así, como un ser de las sombras; una mujer capaz de doblegar a cinco hombres adiestrados y escapar de entre mis manos con tal facilidad. Sé que para algunos podría parecer que soy débil, pero no es así. No tuve opción, ni siquiera la posibilidad de declinar el liderazgo. Samantha era mi universo; mi mejor amiga, mi confidente. Ahora, sin ella, todo se torna más arduo, más cuando debo asumir su cargo. Para ella, enfrentar a Catherine no habría representado un desafío, pero para mí es un verdadero tormento. No vislumbro un final aquí, menos aún con una rehén tan amenazante. Mis fuerzas flaquean.

Una semana entera transcurririó mientras aguardaba el despertar de la brasileña. Llegué a creer que había muerto. ¿Quién sobrevive a una bala en el hombro y a la caída desde un segundo piso? Esta mujer excede los límites de lo común. Tenerla como adversaria solo me acarrea más conflictos. Así que concebí un plan, una estrategia para matar a dos pájaros con una sola bala. Pero no fue tan sencillo. Ignoraba si ella accedería a cooperar, dada su profunda animadversión hacia mi familia, y desconozco por qué. Mientras ella recobraba la consciencia. Yo solo suspire.

—¿Quién eres, Alice? ¿Cómo lograste eso?—pregunté, viendo a la chica envuelta en yesos y vendajes.

—Deberías heberme dejado morir.—comentó ella con seriedad, ahora sentada en una silla encadenada.

—Todavía no has revelado nada significativo y ya no veo las cosas como antes—expresé, intrigada.

Ella permaneció en silencio, exhalando un suspiro y fijándome una mirada enojada, como si ya me guardara rencor por algo. Comencé a sospechar que sus ojos ocultaban secretos; desde que la capturé, me ha observado como si fuera algo personal. Quizás se deba a que ella es más de lo que aparenta, ¿un fantasma? Eso podría sugerir mucho y al mismo tiempo nada, ¿cómo es posible que esta persona no tenga identidad, sin rastro alguno en el mundo? Desde que llegó, ninguno de mis informantes e investigadores ha hallado siquiera un indicio sobre ella. Pero esto no quedará así, averiguaré quién es realmente esta persona. ¿Quién eres, Alice? Ahora mi mente no solo se ocupa de Catherine, sino también de Alice. Sin embargo, no puedo permitir que estas dos entidades interfieran con mis planes, así que salí de la habitación. Una llamada de un número anónimo me sorprendió.

—¿Quién es? —respondí seria.

—Hola, Daniela. Dime, ¿qué tanto estás dispuesta a perder? —dijo la otra chica al teléfono.

—Maldita inglesa, ¿qué carajos quieres? —exclamé molesta.

—Tú bien sabes lo que quiero: el control de Europa. Pero sabes que no es tan fácil con tu familia y sus aliados en mi camino —respondió con un tono alegre.

—No me voy a rendir ante ti. Si te sirve de algo, tu maldito regalo no me intimidó. Solo me muestra que eres una inmadura —comenté seria, refiriéndome a los hombre que mato y mando a mi casa.

Amor Encubierto: Espía x Mafiosa GLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora