Capítulo 47: sei l'amore della mia vita.

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El rugido del motor del vehículo cesó cuando Mauga lo estacionó a una distancia prudente del imponente hotel

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El rugido del motor del vehículo cesó cuando Mauga lo estacionó a una distancia prudente del imponente hotel. Las luces del lugar se alzaban como un faro entre las sombras de la noche, proyectando un aura de lujo y exclusividad que casi era ofensiva. Respiré hondo, ajustando el pendiente que disimulaba el comunicador en mi oído.

—¿Listos? —preguntó Mauga desde el asiento del conductor, con una sonrisa confiada que parecía no desvanecerse nunca, incluso bajo la presión.

—Como siempre —respondió Adam con su tono habitual de superioridad, ajustando los puños de su esmoquin mientras salía del auto.

—No olviden sonreír, chicos. La primera regla de estos eventos es encajar, y algunos de ustedes tienen cara de funerales —bromeó Silvana mientras ajustaba su vestido, morado, lanzándome una mirada divertida.—En especial tu chiqui.

Sonreí ligeramente, pero en mi interior sentía el peso de lo que estábamos a punto de hacer. No era la primera misión de esta magnitud, pero algo en esta noche se sentía diferente.

Kristen había sido clara: todos debíamos mantenernos en nuestros roles, actuar con precisión y no permitir que las emociones nos dominaran. Era fácil decirlo, pero sabía que esto era más que una simple misión para muchos de nosotros. Era nuestra oportunidad de poner fin a una amenaza que había marcado nuestras vidas de formas irreparables.

—Equipo, confirmen posiciones —ordenó Kristen por el comunicador, su voz firme pero calmada.

Kristen nos dio las identidades falsas, modelos y empresarios.

—En posición, entramos al salón —respondí mientras caminábamos hacia la entrada. Mi vestido rojo ajustado atraía miradas, pero mi mente estaba lejos de preocuparme por la atención.

—Seguridad en la entrada despejada —anunció Mauga desde el otro lado de la línea. Se había quedado cerca del acceso principal, listo para distraer a cualquiera que intentara interferir con el plan. Aunque probablemente deba llegar al centro de el evento.

—En movimiento hacia el ala este —informó Victoria, que ya había desaparecido de nuestra vista, dirigiéndose al edificio vecino junto a Kristen.

Al entrar al salón, las luces brillantes y la música suave nos envolvieron. El lugar estaba abarrotado de figuras elegantes, cada una más ostentosa que la otra. Las risas y los murmullos llenaban el aire, pero yo no escuchaba nada más que las voces en el comunicador y el latido constante en mis oídos.

—Silvana, asegúrate de llegar a la planta baja y neutralizar cualquier amenaza —dijo Kristen.

—Déjamelo a mí, jefa. —Silvana sonrió con desdén antes de girar hacia las escaleras, sus tacones resonando contra el mármol. Los guardias de la escalera no le permitirían el paso, pero ella se las arreglaría sola.—Hello, big guys. Come with me to a more private place so you can make me scream like a filthy whore.

Amor Encubierto: Espía x Mafiosa GLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora