Tras una noche dura por culpa de mi hermano me encontraba resolviendo uno de muchos problemas. Respiré, sintiendo la tensión en el aire. Sabía que este momento era crucial. Mis ojos recorrieron la mesa, deteniéndose un momento en cada uno de los presentes: hombres de traje con expresiones duras, mujeres de mirada calculadora, todos socios poderosos de mi padre. Algunos me veían con recelo, otros con una mezcla de curiosidad y respeto, pero lo que predominaba era la duda.
—Gracias por venir —empecé, con una voz firme que no dejaba entrever el torbellino de emociones que tenía dentro—. Sé que las circunstancias han sido difíciles desde la muerte de mi padre, pero no podemos permitirnos flaquear. No ahora.
Un murmullo recorrió la mesa. Algunos asintieron en silencio, otros se recargaron en sus sillas, esperando a que continuara.
—Chaterine Wharthington está expandiéndose rápido. Y lo peor es que ya no tenemos acceso a los mercados de Alemania —mi mandíbula se tensó al mencionar su nombre—. Ha cerrado todas nuestras operaciones, y si seguimos así, Italia será la siguiente. No voy a dejar que eso ocurra.
Una de las mujeres, vestida con un traje negro y una mirada gélida, inclinó la cabeza ligeramente hacia mí. —¿Y cuál es tu plan, Daniela? —preguntó con un tono que rozaba la condescendencia—. Porque hasta ahora, parece que estamos en una posición... complicada.
—Complicada no, vulnerable —la corregí, mi tono frío como el suyo—. Pero eso va a cambiar. —Me recargué en la silla y crucé las piernas, mostrándoles que no estaba aquí para pedirles ayuda de forma desesperada. Esta era una negociación de poder, y ellos tenían que entender que, si bien necesitaba su apoyo, yo ya tenía el control.
—Escuchen bien —continué, mirándolos a todos—. Ya no soy la misma Daniela que evitaba meterse en los negocios. Esto va más allá de traficar drogas o falsificar documentos. La guerra ha llegado a nuestras puertas, y es mi responsabilidad detener a Chaterine antes de que cruce esa línea.
Algunos me miraban sorprendidos, no acostumbrados a verme hablar con tanta seguridad. Otros intercambiaron miradas, evaluándome. Sabía que esta batalla sería tanto con Chaterine como con algunos de los que estaban sentados en esta mesa, que me veían como una niña inexperta.
—La expansión de Chaterine en Alemania ha dejado un vacío, un vacío que nosotros vamos a llenar en otras áreas —dije, mientras les detallaba mi plan para frenar su avance. Quería recuperar las rutas de tráfico desde los Balcanes, y con el apoyo de nuestros contactos en Suiza, haríamos que los mercados de Europa del Este dependieran de nosotros. Cortaríamos las líneas de suministro de Chaterine.
Uno de los socios más antiguos, un hombre con una cicatriz en la mejilla, me observó atentamente antes de hablar. —¿Y qué hay de los alemanes? Si cerraron con nosotros, es porque prefieren trabajar con ella. ¿Por qué arriesgarse a enfrentarse a ellos?
Me incliné hacia adelante, apoyando las manos sobre la mesa. —Porque esto no es una simple disputa territorial. Chaterine no tiene el control absoluto aún, y no lo tendrá si logramos quitarle los mercados antes de que solidifique sus alianzas. Y les aseguro que hay muchos que no están contentos con la forma en que ella hace negocios. Solo necesitamos aprovechar esa grieta. Ademas un alemán de esa familia se iba a casar con mi hermana.
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Amor Encubierto: Espía x Mafiosa GL
Romance¿Puede el amor nacer del odio? Daniela Avilés acaba de vivir una tragedia, Alice la causo, ¿podrá una espía enamorarse de una mafiosa? No creas que un inicio romántico te garantiza una historia linda, a fin de cuentas esto es un Thriller. Contenido...