V

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Al salir de la tienda de ropa, Yoongi le pidió al esclavo que conducía el carruaje que se detuviera en un parque que estaba a la afueras de la ciudad.

Alfa y omega bajaron del carruaje y se adentraron en el parque, el cual no era tan concurrido y estaba lleno de árboles, se sentaron en una banca, tenían muchas cosas de que hablar.

El alfa no sabía por dónde empezar así que dudando un poco le agarro las manos al omega y las acaricio.

— Antes de iniciar, me gustaría preguntarle si, se siente cómodo a mi lado

— Si amo, me siento bien a su lado

Yoongi sonrio y negó.

— Por favor, no me diga amo. Yo a usted no lo veo como un esclavo, así que le pido que no me vea a mi como su amo

— ¿Entonces como debería decirle?, ¿joven Min?

— Solo digame Yoongi, claro cuando estemos a solas. No me gustaría que mi madre se enterara del amor que le tengo, al menos no por ahora. No me gustaría que volvieran a alejarlo de mi

— Pero amo

— Por favor Jimin, no me diga así cuando estemos a solas — pidió

— Esta bien Yoongi — al decir eso, agacho su cabeza, tenía sus mejillas rojas de vergüenza, jamás imagino llamar de esa manera a su amo

— Ahora, quiero que me cuente que ha sido de su vida todos estos años — quería saber, como había estado su amado todo ese tiempo

— No tengo mucho que contar

— Claro que si, hace veintidos años no se de usted. ¿Como fue que llegaron a la hacienda de Jeju?

— Bueno, luego de que usted y yo nos conociéramos en el jardín. Su madre mandó a mis padres para la hacienda, ya que apenas la estaban construyendo y necesitaban más esclavos allá

— ¿Y sus padres donde están?, ¿han venido con usted?. Y si no han venido con usted, los puedo mandar a traer para que este junto a sus padres — quería ver feliz a su futuro omega

— Eso no será posible, pero se lo agradezco. Mis padres están muertos — lagrimas empezaron a resbalar por las mejillas del omega aunque trato de limpiarlas rápido

— Yo, lo siento mucho — acercó al omega y lo abrazo, aún estando sentados  — ¿que les paso? — se atrevió a preguntar

— El capataz de la hacienda estaba enamorado de mi mamá, ella no le hizo caso y el los mando a matar, menos a mi, los mataron en nuestra choza. No vi nada porque los matones me sacaron de la choza y me llevaron hasta la hacienda, horas más tarde me enteré de que mis padres estaban muertos — aún le dolía el corazón al recordar aquello, tenía tan solo diez años cuando pasó y desde entonces tuvo que valerse por si mismo, la mayoría de los demás esclavos lo trataban muy mal aveces nisiquiera comía, había tenido una vida difícil y llena de tristeza 

Yoongi no sabía que decir, lo único que pudo hacer fue abrazar al omega fuertemente en sus brazos y dejarlo desahogarse. El omega estaba aferrado al cuerpo del alfa, su olor natural lo tranquilizaba, Jimin sabía que el alfa era su destino por eso con tan solo un abrazo podía tranquilizarlo, pero aun así tenía miedo, miedo de que el alfa jugará con el y que lo dejara solo.

Minutos después continuaron platicando, Yoongi le contó varias cosas y el omega también.

— Jimin, me gustaría preguntarle si, ¿puedo cortejarlo?, me gustaría que si usted no siente nada por mi me lo diga. Yo no lo voy a forzar a que este conmigo

— Claro que si Yoongi, puede cortejarme — sonrio — pero, ¿que pasara con su madre?, ella no va a permitir que estemos juntos

— Lo sé, por el momento debemos mantener esto en secreto. Pero le prometo que estoy trabajando duramente en reconstruir una hacienda que me dejo mi padre antes de fallecer y cuando este lista, nos iremos a vivir allá y nos cansaremos, claro si usted quiere casarse conmigo

Jimin se sentía tan feliz, sentía que estaba en un cuento de hadas. Yoongi se sentía de la misma manera, tenía al amor de su vida, a su destinado en sus brazos, se iba a encargar de hacerlo feliz todos los días de su vida y llenarlo de amor.

El cortejo duraba veinte días y luego de esos días ya eran una pareja formal, en ese tiempo Yoongi iba a dar lo mejor de él para que el omega aceptara ser su omega.

Luego de estar en el parque por un buen rato regresaron a la casa de Yoongi, la señora Min lo estaba esperando, estaba muy molesta. Sobretodo porque había llegado a sus oídos que le había comprado ropa al esclavo, ni bien entró Yoongi ella ya estaba gritado.

— Me puedes explicar como es posible que le hayas comprado ropa al esclavo

— Madre, no ves sus harapos están llenos de hoyos y si voy a tener un esclavo por lo menos tiene que andar bien vestido, no crees. ¿Que van a pensar los señores con los que hago negocios al verme llegar con él vestido así? — mintió, pero sabía que su omega iba a entender porque motivo dijo eso 

La señora Min se calmo, su hijo tenía razón en algo.

— Me alegra que haya sido por eso, pero de una vez te lo digo — señaló a Jimin — no quiero que digan que has tenido algo que ver con él, si quieres úsalo para tu celo y luego desechalo pero no quiero que digan que uno de mis hijos tuvo algo que ver con algún esclavo, que horror sería lo peor que me podría pasar en la vida

— No te preocupes madre, no estoy interesado en él esclavo — volvió a mentir

La señora Min se fue de allí conforme con lo que su hijo le había dicho, Yoongi volteo a ver a su omega y le guiño un ojo.

Jimin se sentía feliz, sabía que Yoongi estaba mintiendo, agarro su ropa nueva y se fue a su diminuto cuarto.

El alfa entro a su despacho y mando a llamar a uno de sus empleados más fieles.

— Dígame joven Min, ¿que necesita?

— Despide al capataz de la hacienda de Jeju y vendelo como esclavo al señor Jung, dile que no vale absolutamente nada y que le ponga uno de los trabajos más duros que tenga — no podía mandarlo a matar, no quería ensuciarse las manos con una basura como el y venderlo como esclavo sería su peor castigo, el señor Jung trataba muy mal a sus esclavos, los hacía trabajar todos los días sin descanso hasta morir, debía pagar por la tristeza que le hizo pasar a su omega

Por que nadie se metía con el omega de Min Yoongi sin pagar las consecuencias.





























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