XII

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Los policías llegaron de inmediato a la casa de los Min, regresaron la habitación que usaba la ama de llaves y pudieron encontrar más de cien joyas diferentes e invaluables.

La señora Min estaba horrorizada, porque según ella esas joyas las había perdido en viajes y resulta que todo este tiempo la ama de llaves se las había robado.

— No puedo creerlo — tenia en sus manos en collar que su esposo le había regalado cuando se conocieron — yo me culpe tanto por haberlo perdido y resulta que me lo habían robado — lagrimas rodaron por sus mejillas, ella había amado mucho a su marido y lo extrañaba tanto, de algún modo las joyas que el le había regalado era lo único que la hacía sentir que el estaba cerca, en ese instante su marca empezó a doler al igual que su lazo. Estaba viva solo por sus hijos pero sentía que un día simplemente se rendiría y moriría para estar en los brazos de su amado

El dolor se convirtió en ira, dejo sus joyas en una cajita especial. Volteo a ver a la ama de llaves y le volvió a pegar con la fusta hasta sacarle sangre.

— Maldita ladrona, todo lo que me robaste mereces el peor de los castigos — grito ella, no solo por el enojo si no por el dolor de su lazo

— ¿Señora Min, ya ha decidido cual será el castigo para ella? — pregunto uno de los oficiales

— Que la condenen con el castigo máximo y que hagan con el cuerpo lo que quieran — agarro la cajita con sus joyas y subió a su habitación

Los oficiales se la llevaron, iba a ser condenada más tarde frente a todos y también frente a la señora Min quien fue la principal afectada.

— ¿Que le van a hacer? — pregunto Jimin

— La verdad no lo se, pero estoy seguro que será algo grave — respondió Yoongi

A cuatro de la tarde la señora Min fue llevada hacia el centro de la ciudad en donde le darían el castigo a aquella mujer. Yoongi no había querido ir porque no le gustaba ver ese tipo de cosas y prefería quedarse al lado de su amado.

Cuando la señora Min llegó, la esclava estaba golpeada, le habían dado doscientos azotes. Pero eso no era poco la humillaron públicamente, una vez que los policías vieron que llegó la señora Min se pusieron detrás de la esclava.

La iban a decapitar frente a todos.

— Cuando usted nos de la orden, la decapitaremos — dijeron los policías

— Esto va para aquellos esclavos que quieran hacer lo mismo que ella, no se olviden que solo son esclavos y que nunca serán nada más que eso — señaló a la esclava — y tu, ojalá te podrás en el infierno maldita — dijo ella y dio la orden

Cuando la señora Min dio la orden, solo se vio como rodaba una cabeza y caía un cuerpo.

— ¿Que desea hacer con el cuerpo? — preguntaron los oficiales de policía

— Creo que el que la dejen en una fosa común es demasiado bueno para ella. Así que llevenla al bosque y que se la coman los animales salvajes, pero, asegúrense que se la coman no quiero que nadie levante su cuerpo y lo entierre  — dicho eso subió a su carruaje y regreso a su casa

En la casa de los Min todos los esclavos estaban consternados por el castigo que le habían dado. Nadie jamás pensó que llegarían a decapitarla pero a la vez todos estaban felices porque su principal agresora había muerto.

Yoongi estaba abrazando a Jimin en su despacho, el omega se sentía mal por el destino de la esclava, tenía un corazón tan lindo y bondadoso que incluso se sentía mal por las personas que le habían echo daño. El alfa no se sentía mal en absoluto, esa mujer se lo merecía, estuvo a punto de matar a Jimin así que se había merecido el destino que había recibido.

— Ya amor no te preocupes por eso — acaricio la espalda de su omega y deposito un beso en su cabeza

— Creo que nadie merece morir así — comentó con tristeza

— Lo sé amor mio. Pero no estés triste por eso — Yoongi no estaba de acuerdo, esa esclava si se lo había merecido pero por el momento debía consolar a su amado — además te tengo noticias de nuestra casa

— ¿De verdad?

— Si, ya terminaron de cambiar el techo solo falta ponerle las tejas y pintarla — sonrio — ya falta poco para que tu y yo nos vayamos a vivir allá, sin que nadie nos moleste y sin que tengas que volver a mover un solo dedo en toda tu vida — agarro las manos de su amado — voy a contratar empleados para que hagan todo y así tu no tengas que hacer nada

— Pero alfa, yo puedo hacer todo, por mi no es ningún problema eso

— No, nada de eso. Ya has echo mucho toda tu vida y mereces ser tratado como un rey. Por eso cuando seas mi esposo no tendrás que volver a hacer absolutamente nada — abrazo a su omega, era verdad iba a hacer todo lo posible para que su amado no tuviera que volver a hacer nada de lo que hacía todos los días

Jimin sonrio, aunque su alfa no quisiera el si iba a hacer unas cuantas cosas. Porque ya estaba acostumbrado a eso y no podía dejar de hacerlo de la noche a la mañana.

Agradecía que su alfa tuviera esa intención pero no le haría mucho caso respecto a eso. Aunque si le haría caso cuando llegarán a tener hijos porque le gustaría dedicarse a sus pequeños.

La señora Min aviso que entraría al despacho y ambos se separaron lo más rápido que pudieron, ella estaba que echaba humo por las orejas a pesar de que la esclava ya estuviera muerta ella aún seguía molesta.

Jimin salió del despacho lo más rápido que pudo antes de que la señora Min descargará en el su rabia.

— Encárgate de elegir a otra ama de llaves — dijo la señora Min

— Mamá, creo que usted debería hacerlo. Pero esta vez elija bien, usted sabe como reconocer a los esclavos que valen la pena — respondió Yoongi

— Esta bien, pero tu me vas a acompañar a elegir a la nueva ama de llaves

La señora Min salió del despacho y Yoongi iba detrás de ella, seria un día largo eligiendo a la nueva ama de llaves.





























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