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Yoongi un pequeño niño de tan solo seis años de edad iba corriendo por los enormes jardines que tenía su casa. Su intención era clara, quería jugar con el nuevo perro que le había traído su papá desde Busan, pero al ir corriendo tan rápido no se fijo por donde iba y terminó tropezando con otro niño que iba pasando por allí.

Quería llorar porque le había dolido el golpe pero luego recordó que era un alfa y los alfas no lloran o al menos eso le había dicho su madre. Aún tirado en el suelo se quedó viendo al otro niño quien también estaba en el suelo, pero él sí estaba llorando, Yoongi se preocupo mucho y se acero a él para ver si estaba bien.

Su corazón era noble y bondadoso, en el corazón de un niño tan pequeño no existían las clases sociales. Por lo que estaba genuinamente preocupado por el pequeño con el que había chocado.

Su olfato como alfa aún no estaba bien desarrollado, pero pudo distinguir que el niño era un omega y además era muy bonito, tenía cabello cafe claro, sus ojitos también eran cafe y sus labios eran abultados, como los patitos pensó Yoongi.

Pero aunque aun no entendía bien acerca del amor, su corazoncito latía fuertemente en su pecho, ese pequeño omega le había gustado mucho y el pequeño alfa tomó una decisión en ese instante, ese pequeño iba a ser su esposo cuando estuviera grande y fuerte como su papá alfa.

El pequeño alfa se quedó pensando, si ese omega iba a ser su esposo debía cuidarlo muy bien y acababa de lastimarlo. Sus ojitos picaron al querer llorar pero negó con su cabecita, era un alfa y los alfas no lloran, los alfas cuidan a sus omegas.

— ¿Estas bien? — pregunto el pequeño alfita

— Si, estoy bien — respondió el pequeño niño — pero me raspé mi rodilla — señaló su pequeña rodilla

— Lo siento, no fue mi intención lastimarte pero te prometo que ya nunca volveré a hacerlo. Yo voy a cuidarte porque eres mi omega — acaricio el cabello de su omega

El pequeño omega tenía sus mejillas rojitas, con un poquito de vergüenza se acercó al alfita y le dio un besito en la mejilla.

— ¡Jimin! — grito una mujer omega

Los dos pequeños se levantaron del pasto y se le quedaron viendo a la mujer, quien se acercó a al pequeño omega y lo agarro del brazo.

— Disculpenos joven Min — hizo una reverencia al pequeño alfa — mi hijo no volverá a molestarlo — se llevó al pequeño omega jalado del brazo

Al alfita no le gustó mucho lo que esa mujer le iba haciendo a su omega, estaba dispuesto a gruñirle para que lo dejara pero en ese momento llegó su papá.

— Minmin — grito su padre — mira lo que te traje

El alfa sonrio, al fin había regresado su papá de la junta de negocios a la que se había ido en la mañana. Corrió hasta llegar a los brazos de su padre, quien lo cargo y le dio muchos besitos en sus mejillas gorditas.

Yoongi era el hijo mejor de la familia Min y tenía cuatro hermanos mayores, quienes ya estaban casados y tenían una familia. La verdad es que la pareja Min ya no querían tener más hijos pero en un descuido la señora Min quedó embarazada de Yoongi y ahora tenían un niño en la casa de nuevo. Su primer hermano mayor le llevaba treinta años, la segunda veintiocho, el tercero veintiséis y la cuarta veinticuatro. Así que era un niño muy solitario porque nadie quería jugar con el y jugaba sólito en su habitación con los juguetes que su papá le traía de los viajes a los que iba.

Su papá, Min Hayoon ya tenia sesenta años de edad y su mamá Min Dasom ya tenia cincuenta, pero trataban de jugar con su pequeño hijo lo más que pudieron aunque se cansaban.

— Mira, te traje este collar para que se lo pongas a tu perrito. ¿Como dijiste que se llamaba?

— Se llama Holly papi — frunció el ceño — no es tan difícil de recordar

— Lo siento — el señor Min río a carcajadas, su pequeño hijo había heredado el enojo y la seriedad de su esposa

— Hayoon te dije que no consientas mucho a este pequeño — le tocó su naricita a Yoongi y sonrio

— Tranquila querida, este será el último animal que le voy a comprar

— Más te vale porque, ya tiene demasiados a este modo no van a caber en la casa

— Mami pero, solo tengo poquitos — Yoongi hizo un puchero

— Poquitos, minmin tienes, dos conejos, tres guacamayos, dos gatos, un perro, dos caballos, una oveja, una pecera grande con muchos peces y dos periquitos. ¿Eso te parece poquito?

— Si — respondió con simpleza

— Ya ves Hayoon es tu culpa que este tan consentido — regaño a su esposo

— Tranquila, ya no le voy a comprar más cosas hay que tener mano dura con él — volteo a ver a su hijo quien aún estaba en sus brazos y murió de ternura al ver los ojitos de su pequeño, aunque su esposa no quisera él lo iba a seguir consintiendo después de todo era su último hijo — ahora, vamos a merendar y a ponerle el collar a Holly

Yoongi abrazo a su papá, el señor Min se lo llevo cargado para adentro de su casa y su esposa iba detrás. Iban a pasar una tarde en familia antes de que se volviera a ir de viaje de negocios, quería pasar el amor tiempo posible con su hijo menor, quien se había ganado su corazón, nisiquiera con sus demás hijos se había sentido como se sentía con Yoongi.

La señora Min negó varias veces, sabía que su esposo iba a seguir malcrianfo a Yoongi. Era muy obvio, pero ella se encargaba de educarlo cuando su esposo no estaba, porque no iba a permitir que ese niño fuera malcriado cuando fuera grande y de corregirlo era ahorita que estaba pequeño o bueno al menos así pensaba ella.




























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