MOTIVE

LXIII

Jimin estaba sentado en su cama al lado de su esposo quien estaba revisando algunos papeles en su cama. El día de hoy a decir verdad ninguno de los dos quería salir de su cómoda cama, por lo que Yoongi decidió tomarse el día libre y quedarse al lado de su esposo todo el día.

— Jiminie, tus pies están hinchados — dijo el alfa levantándose de la cama y dejando sus papeles en la mesita de noche que estaba allí

— Si y eso es que apenas me he levantado hoy de la cama, solo camine cuando bajamos a desayunar — el omega ya tenia seis meses de embarazo, las cosas iban bastante bien con su bebé. Pero ahora le daba más dolor de espalda y se le hinchaban sus pies debido a que su pancita pesaba bastante

Yoongi abrió una de las gavetas que tenia el tocador de su esposo y saco una crema de allí, se dirigió a la cama y se sentó al borde.

— Te haré masajes para que ya no te duelan tanto sus piecitos — aplico un poco de crema en los pies de su esposo y comenzó a darle masaje

— Gracias Yoonie — sonrio encantado y se dejo hacer

— Aveces me gustaría que nuestro bebé ya naciera, para que ya no te duela nada. No me gusta verte con dolor — agarro el otro pie de su esposo y le comenzó a dar masaje allí también

Jimin cerro sus ojos, aveces no quería que los meses avanzarán tan rápido, le daba un poco de miedo la hora del parto. Porque una cosa es como llego su bebé a su pancita y otra muy diferente es como va a salir, le iba a doler mucho eso lo sabía, pero a la vez debía ser fuerte cuando ese momento llegara.

— Solo faltan dos semanas para que cumpla los siete meses y luego solo faltarán dos meses para que nuestro bebé nazca. Así que, cuando menos lo sintamos ya lo tendremos en brazos — sonrió, se preguntaba, ¿como seria su bebé?, ¿se parecería a él o a su esposo?, tantas preguntas que iba a responder hasta cuando su bebé naciera

— Tengo que aprovechar que te tengo para mi sólito, antes de que nuestro hijo nazca — hizo un puchero mientras decía aquello, amaba a su bebé con todo su corazón pero no estaba muy feliz con la idea de tener que compartir a su esposo, su amor, su calor, sus besitos y cariñitos

— Yoonie siempre me tendrás aunque nuestro bebé nazca, sabes que aunque tengamos diez cachorros seguiré dándote mucho amor a ti también — se acercó a su amado y le dio un beso en sus labios

— Te amo — Yoongi se recostó encima de su esposo siendo cuidadoso con no aplastar su pancita, sus besos comenzaron a descender por el cuello de su omega, con claras segundas intenciones

Y Jimin estaba sonriendo, últimamente por las hormonas de su embarazo se sentía más caliente. Así que estaba contento de lo que iba a pasar a continuación.

Se estaban dando besos llenos de amor y deseo, la ropa había comenzado a estorbar. Yoongi le quito algunos botones a la camisa de su esposo y empezó a lamer su pecho.

Unos toques en la puerta los hicieron dar un pequeño salto.

— ¿Quien? — pregunto Yoongi un poquito molesto porque los habían interrumpido

— Patrón, la señora Roseanne esta aquí. Vino a buscar al patrón Jimin — aviso Jeongyeon del otro lado de la puerta

— Gracias, avísele que enseguida irá mi esposo — Yoongi se le quedó viendo a Jimin y fingió llorar

— Más noche alfa — Jimin deposito un besito en el cuello de su amado esposo y sonrio con algo de pena, el también lo quería pero debía ir a ver que quería su mamá

Yoongi asintió, le abotonó la camisa y se la arreglo un poco, al igual que el cabello. Le dio un besito y sonrio.

— Ve a ver que quiere mi suegra

Jimin sonrio, se levantó de la cama con ayuda de su alfa y salió de la habitación. Al bajar las escaleras, se dirigió hacia la sala, al llegar vio a su mamá sonriendo.

El omega menor saludo a su madre y los dos se dirigieron al jardín, Roseanne quería pasar la tarde con su hijo y su nieto.

— Tu pancita cada día crece más — dijo ella acariciando el vientre de su hijo y enseguida sintió unas pataditas como respuesta. Sonrio, amaba a su nietecito, por lo menos a él si lo vería creer y le daría mucho amor

— Si, esta cada día más grande y más pesada. Mi bebé será muy gordito y grande al parecer

— Tu también eras un bebé gordito cuando naciste — sonrio — por cierto, ¿y ella como sigue? — dijo refiriéndose a la señora Min

— Bastante mejor, ahora ya puede mover sus manos. Aún no puede hablar bien, solo algunas palabras pero se esta esforzando mucho por mejorar

— Me alegra por ella, pero aun le guardo rencor por lo que te hizo. Eso es algo que quizá jamás le voy a perdonar — Roseanne negó, desde que supo que ella había llegado no quiso verla, por que sabía todo lo que le había echo a su hijo y eso era imperdonable. Entendía que su hijo tenía un lindo corazón y que por eso la haya perdonado pero ella no podía hacerlo

— Mamá, deje el pasado atrás — Jimin se acercó a ella y la abrazo, se sentía cálido en los brazos de su mamá

— Quizá algún día lo haga — acaricio el cabello de su hijo y le dio un beso en su cabeza — ¿estabas ocupado cuando vine?, no me gustaría haberte interrumpido en lo que estuvieras haciendo

Las mejillas de Jimin se sonrojaron de inmediato y negó — no mamá, no se preocupe. No está haciendo nada — mintió 

— Me alegra escuchar eso, vine en buen momento entonces. ¿Tienes hambre?, me gustaria cocinarte una nueva receta que aprendí de una de mis amigas

— Me gustaría probarla mamá

— No se diga más, vamos a la cocina — sonrio emocionada, le encantaba pasar tiempo al lado de su hijo

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