la sombra del héroe- TRADUCCION

Capítulo 59 : ocho urnas de oro

Izuku ha dominado mentalmente el arte de morir.

Si tuviera que contar la cantidad de veces que estiró la pata durante sus sueños, necesitaría más manos. Es cierto que algunas de las formas en que muere son un poco divertidas. Patético, sin embargo.

A veces se queda atrapado en lo que parecen arenas movedizas negras y poco a poco se asfixia bajo el suelo. ¡A veces cae un rayo y lo mata inmediatamente! Mierda, anoche le cayó un yunque desde arriba.

Cómo diablos un yunque llegó al plano vacío está más allá de su comprensión, pero no está dispuesto a analizar los significados detrás de cómo muere. No es un experto en sueño ni en sueños. Además, en realidad no cree que estas cosas importen.

Para ser honesto, es sólo una cuestión de habilidad.

La cuestión es que ha estado intentando cada vez que cierra los ojos entrar en este reino y atravesar el charco de estrellas. Necesita ver el otro lado. Lo anhela. No puede vivir sin saber lo que está más allá de su propio entendimiento.

Sin embargo, cada vez que lo intenta, o no llega a la piscina o se ahoga cuando llega allí.

Si bien algunas de sus muertes son, como él dijo, divertidas, muchas de ellas... no lo son.

A veces las criaturas lo atrapan. Y la mayoría no perdona.

Muere en el fuego la mayoría de las noches. Hay un nuevo monstruo en el reino. Tiene grandes alas de color rojo llameante que queman el cabello de Izuku si se aleja siquiera tres metros de él. Ese es el que logra atraparlo la mayor parte del tiempo.

Los demás, sin embargo, son igual de malos. Lo agarran y se aseguran de que se despierte sudando frío después de haber sido asesinado usando uno de sus propios métodos. A veces lo arrojan directamente al suelo y regresa a la realidad.

Otras veces no tiene tanta suerte. Algunos de los más agresivos simplemente lo destrozan mientras retienen fácilmente a las pocas criaturas que intentan defender a Izuku.

Odia esas noches más porque puede sentirlo todo.

Todo cambia cuando consigue volver a la piscina tras unos días de fracaso consecutivo. No duda antes de sumergirse, sabiendo que si lo hace esta vez, una de las criaturas lo agarrará y se lo arrastrará.

Las estrellas se clavan en su piel mientras nada. Arden como nitrógeno líquido y le produce un frío extraño por todas partes. Está conteniendo la respiración y tratando de no perder ni un segundo de su tiempo. No tiene ganas de ahogarse otra vez.

Cuanto más profundiza, más difícil le resulta seguir adelante. No puede ver, ya que está más oscuro que la noche, por lo que basa su dirección en sentirse solo. La presión hace que sus oídos se golpeen dolorosamente, pero él sigue adelante. Las pesadas alas en su espalda tampoco ayudan en lo más mínimo.

Vamos, uno para todos.

El relámpago rojo cobra vida. Envuelve a Izuku, rodeándolo e iluminando su entorno. De esta manera, puede ver el pez koi arcoíris nadando y bailando. Están animados y parece que están haciendo algún tipo de baile. Son muy rápidos también. De forma anormal.

Giran alrededor de Izuku, amontonándose alrededor de su luz, y el chico no puede evitar sonreír. Deja que su palma se deslice sobre sus escamas mientras se mueve. Realmente son hermosos.

Uno para Todos ilumina su camino, pero no parece facilitarle las cosas. Su visión comienza a oscurecerse y sus pulmones están a punto de estallar.

Sólo un poco más. ¡Lo jura! Él puede sentirlo . Hay algo ahí y no quiere perdérselo. No puede. Esto es lo más cerca que ha estado jamás.