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En la fogata.

¿Cómo puede pasar tanto en una misma noche?

De repente, sentí una mano en mi hombro. Me asusté t giré rápido, pero solo era Niko.

—¡Hey! Te ves increíble —dijo con una sonrisa cautivadora—. ¿Vamos a dar una vuelta?

—G-Gracias.. y Claro vamos —respondí, tratando de mantener la calma mientras mi corazón latía acelerado. No podía evitar ponerme nerviosa cada vez que estaba con él. Caminamos juntos cerca de la fogata, hablando de cosas comunes, me pregunto que tal mi día y cosas así.. A medida que avanzábamos, la conversación se volvió más profunda y personal.

—Thessa —dijo Niko al fin, deteniéndose y mirándome directamente a los ojos—, me gustas mucho.

Mi corazón dio un vuelco. Vaya que eso fue bien directo ¿no?

—T-También me gustas, Niko —respondí, sonrojándome.

—¿Te gustaría ser mi novia? —preguntó, con una mezcla de nervios y esperanza en su voz.

¿Espera qué? ¿Acaso no es muy pronto?.. Pero no podía dejar de pasar esta oportunidad, es decir, el chico que jamás pensé que se fijaría en mi estaba pidiendo ser su novia, Parecía sacado de un sueño.

—Yo.. Eh, Sí. Sí quiero. —contesté sintiendo mi mejillas aún más rojas y sintiendo una felicidad inmensa.

Niko sonrió y me besó suavemente. Fue un beso dulce. La noche de la fogata se convirtió en una de las más memorables de mi vida.

**

Niko y yo caminábamos tomados de la mano hacia la fogata. Sentía las miradas curiosas posándose sobre nosotros mientras nos acercábamos. Era obvio que algunos estaban comentando y observando con interés nuestra cercanía.

A lo lejos, divisé a Zara y Violett riendo con un par de chicos. Nos dirigimos hacia ellas y, al acercarnos, nos recibieron con bromas juguetonas.

—¡Oh, mira a estos dos tortolitos! ¿Ya son novios, chicos? —dijo Zara con una sonrisa traviesa.

Violett se unió con una risa contagiosa.

—¡Se les ve muy acaramelados! ¿Cuándo es la boda? —añadió, entre risas.

Niko y yo nos miramos y reímos juntos.

—Todavía es pronto para hablar de boda, pero nos estamos conociendo —respondí, sintiéndome cómoda con la complicidad que se formaba entre nosotros.

De repente, La música comenzó a retumbar aún más. Niko y yo decidimos bailar, y entre risas nerviosas y miradas curiosas, tomé algunos tragos para embriagarme de la libertad que sentía. Los movimientos se volvieron más atrevidos y sensuales, impulsados por la adrenalina de la noche.

Pero como siempre, la noche no podía ser sólo diversión. Mis vacíos emocionales parecían más profundos en medio de las risas y las luces parpadeantes. Me perdí en la música y en los tragos, buscando llenar esos espacios vacíos que me atormentaban.

Blake se acercó en un momento con su mirada preocupada. Me recordó con calma la última vez que perdí el control, cuando todo se volvió borroso y oscuro.

—Thessa, creo que deberías calmarte con los tragos, Ya no más. —susurró, su voz cargada de preocupación y afecto.

Asentí, dejando el vaso a un lado con frustración.

Los chicos decidieron que era hora de regresar a casa. Aunque me resistí al principio, sabía que era lo mejor. Ya era tarde.. Niko y Blake me acompañaron en el camino de regreso, asegurándose de que estuviera bien mientras caminábamos por el sendero oscuro bajo las estrellas.

Justo a tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora