¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?
¿Estoy condenada a nunca estar en paz ?
—¡Basta, Thessa! —gritó mi madre, sus ojos llenos de lágrimas—. ¡No puedes hablarle así a tu padre!
—¿Por qué no? ¡Él no merece nuestro respeto! —respondí, mi voz quebrándose—. ¡No después de todo lo que ha hecho!
—¡Thessa, que basta ya! —gritó mi madre, intentando separarme de mi padre.
—¡No, mamá! ¡Él necesita escuchar esto! —dije, apartándola con determinación—. ¡Él tiene que saber que lo odio por lo que pasó! ¡Thomas estaría vivo si no fuera por él! ¡Te odio! ¡Te odio a ti y a todo lo que representas!
Mi padre, con los ojos llenos de una mezcla de ira y tristeza me miraba fijamente sin decir una palabra más. Mi madre, sollozando, se dejó caer en una silla cercana.
—¿Por qué, Thessa? ¡Ya basta! —me preguntó entre lágrimas.
—Porque alguien tenía que decir la verdad, mamá. Alguien tiene que enfrentar la realidad —respondí con voz temblorosa. ¡Eres un imbécil, idiota, das asco papá! ¿o sabes qué? tu título de "papá" para mi ya murió hace mucho.
Y entonces, en un movimiento que nunca había esperado, sentí el golpe. Mi padre me abofeteó. Me tambaleé hacia atrás, tocando mi mejilla, sintiendo el ardor y la humillación.
—¡Papá! —grité, mi voz quebrándose—. ¿Cómo te atreves?
—¡Ya es suficiente! ¡Debes respetarme! —dijo con firmeza—. No más salidas con tus amigas. No quiero verte involucrada con drogas. Te haré pruebas cada semana para asegurarme de que estás haciendo caso. Estás castigada y no saldrás de aquí. Y si no cooperas, tomaré medidas más severas.
—¡Basta, los dos! —gritó mi madre, sollozando—. ¡Esto tiene que parar!
Nos quedamos en silencio, la tensión palpable. Mi padre, con los ojos llenos de algunas lágrimas, se giró y salió de la habitación sin decir una palabra más. En ese momento, Raven entró corriendo, alarmada por el ruido.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, su mirada pasando de mi madre a mí y luego a mi padre, que se alejaba.
—Nada que te concierne, Raven. Ve a tu habitación —le dijo mi padre, su voz todavía temblando .
Raven buscó una explicación en nuestra madre, pero esta solo asintió hacia mi padre, indicando que obedeciera. Mi padre tomó a Raven del brazo y la sacó de la habitación, cerrando la puerta tras ellos.
Me quedé en el suelo, sintiendo las lágrimas rodar por mis mejillas, mi madre acercándose a mí con una mezcla de tristeza y frustración.
—Thessa, ¿por qué tienes que hacer esto más difícil de lo que ya es? —preguntó, su voz suave pero llena de dolor.
Mi respuesta fue solo ignorarla.
—La verdad duele, Thessa, pero así no se resuelve nada. Necesitamos unirnos, no destruirnos mutuamente —dijo ella, acariciándome el cabello con ternura.
—¿Unirnos? ¿Cómo podemos unirnos cuando todo es una mentira? —respondí, incapaz de contener mi amargura.
—A veces, mantener la paz significa no decir todo lo que pensamos. No justifico lo que ha hecho tu padre, pero no quiero que esta familia se desmorone más de lo que ya está —explicó, su voz quebrándose.
—No puedo seguir fingiendo, mamá. No después de lo que pasó con Thomas, no después de saber lo que hace papá —dije, sollozando.
Antes de que pudiera seguir, la interrumpí y continué.
——¿Cómo puedes soportarlo? ¿Cómo puedes aceptar sus mentiras y traiciones? ¿Eres tonta o qué? —le espeté, mi voz temblorosa de rabia y tristeza—.
Su rostro se endureció ante mis palabras, y su dolor se transformó en una expresión de cansancio.
—Thessa, no es tan simple como crees —respondió, tratando de mantener la calma—. El matrimonio no es perfecto, y a veces hay que hacer sacrificios para mantener la familia unida.
—¿Sacrificios? ¡Estás sacrificando tu dignidad! —grité, incapaz de contener mi enojo—. ¿De qué sirve mantener esta familia unida si todo es una mentira? ¿De qué sirve seguir con un hombre que no te respeta la cara?
—Thessa, no entiendes... —comenzó, pero la interrumpí, mi voz cada vez más alta.
—¡Claro que entiendo! Entiendo que prefieres vivir en una farsa antes que enfrentar la verdad. Prefieres que todos creamos que todo está bien en lugar de hacer algo al respecto. ¿Por qué no te alejas de él? ¿Por qué no haces algo por ti misma?
Mi madre cerró los ojos por un momento, respirando hondo antes de responder.
—Porque... porque lo amo, Thessa. A pesar de todo, lo amo. Y quiero creer que podemos superar esto —dijo, su voz apenas un susurro.
—¡Eso es ridículo! —exclamé, incrédula—.Estás condenada a vivir una vida miserable porque te niegas a aceptar la realidad.
—Thessa, por favor, entiende que no todo es blanco o negro. Hay matices, hay historia, hay... —intentó explicar, pero no podía soportarlo más.
—¡No quiero escuchar más excusas! —grité, señalando hacia la puerta—. ¡Sal de mi habitación! Necesito estar sola.
—Thessa, no puedes seguir empujándonos a todos. Esto no te hará sentir mejor —dijo, su voz ahora llena de súplica.
—¡Sal! —grité de nuevo, mi voz quebrándose—. ¡Necesito estar sola!
Mi madre me miró con una mezcla de tristeza y resignación. Lentamente, se levantó del suelo y caminó hacia la puerta. Antes de salir, se giró para mirarme una última vez.
—Te amo, Thessa. Pase lo que pase, siempre te amaré —dijo, su voz apenas audible.
No respondí, simplemente me quedé mirando el suelo, las lágrimas cayendo libremente. Cuando finalmente salió y cerró la puerta detrás de ella, me dejé caer en mi cama, sintiendo como si un peso enorme me aplastara. La soledad y el dolor eran abrumadores, y la verdad de nuestra situación se sentía más aguda que nunca.
Sentada en el suelo de mi habitación, dejé que los pensamientos inundaran mi mente. "Te amo, Thessa." ¿Cómo puede decir que me ama cuando no me lo demuestra? Nunca he recibido amor, nunca un abrazo sincero. Jamás han estado para mí, ninguno de ellos.
—Amor... —murmuré, sintiendo la ironía de la palabra.
"Te amo, Thessa." Qué mentira más grande. Si me amaran, no estaría viviendo en este infierno. Si me amaran, no estaría sola, sintiendo que el mundo se derrumba a mi alrededor. ¿Qué clase de amor es este? Un amor que duele, que destruye, que me hace sentir menos que nada. Prefiero estar sola que seguir viviendo esta farsa.
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Justo a tiempo
Spiritual¿Alguna vez te has sentido como si el mundo entero estuviera en tu contra? Como si cada paso que das... ¿te aleja más de lo que realmente eres?. Así es como me sentía yo, Thessa Frost, de 17 años y con el corazón hecho pedazos. Mi vida solía ser com...