CAPÍTULO 22

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           " Y de pronto llegará alguien que baile contigo, aunque no le guste bailar y lo haga contigo porque es contigo y nada más"

                           J. Luis Borges.

      Calypso

¿Y si fuera él?

Tengo que respirar dos veces antes de hablar.

—Señora el baño está ocupado por unos minutos más —acomodo su traje—. Usted váyase a otro baño, por favor.

—Pero señora llevo minutos aquí fuera esperando a qué salga pero nada.

¿Minutos? Así que me ha oído gemir? Mi cabeza empieza a hacerse preguntas.

—Me he ensuciado la ropa y tengo que limpiarla y todavía me queda mucho por limpiar —Lykos me besa la mejilla—. Al menos que quiera tener alguna infección, le aconsejo buscarse otro baño.

—Mala —susurra antes de dejar otro beso en mi cuello.

No habla más pero escuchamos sus pasos cuando se aleja.

—Nos salvamos por la santa bendición, pero tenemos que salir de aquí ya.

—Límpiate mientras salgo primero para que no nos vean salir juntos.

—Perfecto. Y por favor contrólate al hablar con mi madre —camina hasta la puerta—. Ella es muy astuta.

—Estoy acostumbrado a lidiar con mujeres astutas. Recuerda que tengo la más de todas justo frente a mí —me guiña.

Sonrió.

—Eso es en Serio, Lykos.

—Yo también hablo muy enserio —viene hasta mi—. No te tardes mucho —me besa.

—Vale, ahora vete

Sale y suelto un suspiro. Qué susto santa virgen.

Termino de limpiarme. Me miro al espejo frente a mí y tengo una estúpida sonrisa en la cara. Parezco a una adolescente experimentando y no a la mujer de veinte ocho años que soy.

Me he dejado comer el coño en los baños de mi empresa ¡Dios santo! Estoy loca. ¿En qué pensaba cuando dejé pasar semejante tontería?

Tengo que aprender a controlarme con él. No puedo permitirme más ser débil otra vez.

Pero es que no puedo resistirme y más cuando me mira y me habla de la forma en la que lo hace. Me derrito tal un helado cerca de una chimenea.

Cuando llego al salón está con mi madre y su padre. Por la cara de mi mamá lo aprecia mucho y eso es una gran sorpresa para mí. Nunca en el pasado me había hablado de ellos.

Me ha presentado a Hyperion como un gran amigo de la familia. ¿Qué cosas más desconozco de este hombre? Siempre se hace el misterioso conmigo. Queriendo ligar conmigo haciéndose el hombre más honesto del mundo.

En el diario de mi papá no hay rastros de que hubo una amistad entre ellos. Al contrario, todo indica una rivalidad mortal entre los dos empresarios.

—¿Y el regalo?

Sobre salto con la voz de mi amiga justo detrás de mí.

—Eh...

—¡Deja de verme la cara, Calypso! —se para frente a mí— ¿Desde cuándo me ocultas cosas?

LA RULETA NEGRA [+21] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora