"Nadie nos advirtió que extrañar es el costo que tienen los buenos momentos"Mario Benedetti.
Lykos.
Lejanía insoportable.
Ya somo viernes, tres malditos días ya, tres malditos días que Calypso no quiere saber nada de mí. No contesta a mis mensajes, no me devuelve las llamadas que la dejo y tampoco me deja pasar, que sea en su casa o en la empresa. En las entradas de dichos lugares, tengo acceso prohibido, órdenes de la señora.
Esto es tan ridículo. Teníamos una reunión el miércoles y cuando llegue, no me dejaron pasar, disque ya había alguien de la empresa Lancier en la junta representando nuestro interés. Y me pregunto quién podía ser si desde un principio, soy yo quien siempre representaba la compañía en las juntas con los Gangnera.
La rabia se me acumuló cuando mi padre llegó todo sonriente y contento a mi despacho horas después para echarme en la cara lo bien que se lo había pasado y lo maravillosa que es mi mujer.
Mía, porque aunque me niega la entrada de su casa, ya estoy en su corazón y no hay manera de que me saquen de ahí.
Tome mucho de mi para controlar mis ganas de partirle la cara a puñetazos.
No entiendo la actitud tan infantil de Calypso. ¿Por unas simples palabras de Yvana se dejó manipular hasta dejar así todos los planes que teníamos? No, me niego a dejarla echar a perder todo. Hablaré con ella hoy, cueste lo que me cueste.
Mañana es la subasta, no puedo seguir así con ella. Me necesita, nos necesitamos a ambos. Quiero poder estar bien con ella para darle la sorpresa que le tengo mañana.
El doctor Pascua, a pesar de ser un dolor en el culo, es un muy buen médico. El señor Gangnera se está recuperando perfectamente, aunque la memoria todavía le falle.
Estoy marcando día y noches en la hacienda para tener noticias de ella. Algo que está levantando mucha sospecha por parte de mi padre.
Deje de ir ahí hace dos días para no darle más motivos para desconfiar. Pero creo que no ha sido suficiente, porque le oí hablar por teléfono a su guardaespaldas de una mercancía que quería guardar en la hacienda. Si no fuera por la insistencia del doctor de no moverlo, ya lo tendría en una de mis propiedades en la cuidad.
Pero solo queda un día para contarle la verdad a Calypso, solo un día para devolverle las ganas a mi mujer de vivir y de ser plenamente feliz.
Volteo, mirando por encima de mi tasa de café como la muchacha de dieciocho años camina hacia mí con el cabello como si hubiese luchado durante su sueño.
__ Hola__ deja un beso sobre mi mejilla antes de seguir su camino en la cocina para prepararse su café.
Me limito a seguirla con mis ojos. Desde que supe la verdad sobre sus orígenes, veo aun más el parecido con la mujer que me tiene el sistema echo un desastre.
__ ¿Me acompañaras hoy para que rellene mi inscripción?__ Se sienta a mi lado en la mesa, bebiendo de su tasa con sus ojos sobre mi esperando una respuesta.
__ Hoy no puedo, pero tienes un chófer que está en tus órdenes y para lo que necesites.
Ramiro es unos de mis mejores hombres de seguridad. Algo torpe en lo que concierne la vida social, pero muy bueno defendiendo y usando sus armas. Y es lo que requiere de él, del resto no me importa.
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LA RULETA NEGRA [+21] (EDITANDO)
RomanceUna mujer; calculadora, exigente y extremadamente sensual capaz de cualquier cosa para cobrarse la deuda que le deben a su familia. Crecida en un mundo de hombres donde ejerce, se ha vuelto la pesadilla de la familia Lancier. Así es Calypso García G...