"Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza"
Mario Benedetti.
Calypso.
La Subasta
Jenna entra acompañada de Jemison, quién me ha insistido para traerla con él, desde que volvieron no la suelta ni para respirar. Camila, la hermana de Lykos ha llegado hace unos minutos acompañada de su marido, quién se ha emocionado mucho al enterarse de que estamos oficialmente juntos, su cuñado y yo.
Por la conversación, los abrazos y su complicidad, me he dado cuenta de que se aprecian mucho, Camila no ha hecho o dicho nada a propósito de la noticia, parece que no le importará lo que su hermano haga con su vida sentimental, no ha dejado de llenar su sistema de champaña, y por más que me preocupe por su pasado con el alcohol, no me meto, no quiero verme como la típica cuñada entrometida.
La noche es jovial, la gente está llegando de todos lados. Empresario, celebridades, artistas y hasta filantrópicos. Nunca me había imaginado que por ser una subasta de bienes y materiales de construcción se interesaría tanta gente.
Me alejo de Lykos, dejando que siga su plática con Matías, busco mi celular para llamar a mi madre, desde esta mañana no he tenido noticias de ella y esto ya me está preocupando.
Suena, suena y me manda al buzón, vuelvo a intentar, y sigue sin cogerme el móvil.
—Calylpso Gangnera —volteo al escuchar la voz detrás de mi.
Con el móvil aún en la oreja, miro de arriba abajo al hombre que tengo delante de mi.
—Perdona, pero no sé con quién tengo el honor —sonríe, y me cabreo— no hay gracia en mis palabras para que usted se ríe.
—Leonardo Country. —me da la mano.
—¿Y? —se ríe otra vez— ¿Se supone que deba conocerlo?
—Veo que no te han hablado de mí—niega con una sonrisa, de nuevo—. Soy el mayor de Lykos Lancier, bueno, medio hermano mayor.
La expresión de mi cara no cambia con sus palabras por mucho que la noticia me llega como un vaso de agua fría, no se lo muestro, sé que hubiera querido ver un gesto, una señal, algo, pero no hay nada, sigo con mis ojos sobre él. No sé cual es su intención haciendo esto, pero de mi no se va a servir, no creo que Lykos tenga otro hermano, de lo contrario me lo hubiera dicho.
—Disculpa, estaba por hacer una llamada muy importante, así que sería muy amable de su parte si se retirará.
Me coge el brazo cuando me volteo para irme, de espalda a él, bajo mis ojos sobre su mano tocándome, el gesto hace que me suelte de inmediato.
—Eres una mujer muy hermosa, sin ofenderte —me froto la zona donde me agarró, le doy una última mirada antes de irme.
La gente hoy en día no para de sorprenderme, es capaz de inventar cualquier mierda solo para llamar la atención, creía que al decirme esta mentira le iba a recibir con los brazos abiertos, ¡Ridículo! Que vaya a decírselo a Yvana, yo no soy tan estúpida.
—Jenna —interrumpo su conversación con Jemison— ¿Puedes venir conmigo?
Mira al hombre a su lado, quién le da un asentimiento de cabeza, deja su cartera negra a su hombre y me sigue.
—¿Estás bien? —ralantizo el paso, volteo para verla.
—Sigo sin noticias de mi mamá, no me contesta las llamadas, no sé qué está pasando con ella, Jenna. —me toma de los hombros, me hace sentar sobre una silla al rincón.
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LA RULETA NEGRA [+21] (EDITANDO)
RomanceUna mujer; calculadora, exigente y extremadamente sensual capaz de cualquier cosa para cobrarse la deuda que le deben a su familia. Crecida en un mundo de hombres donde ejerce, se ha vuelto la pesadilla de la familia Lancier. Así es Calypso García G...