CAPÍTULO 52

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"Sin rencores porque los vidrios rotos cortan y yo decidí agarrarlos con las manos"

Reflexión.

Calypso

No ha sido yo. No me ha elegido a mí.

Rafael ha llegado hace más de treinta minutos, por no tener el carnet médical de mi padre para saber en que estado se encuentra exactamente, ha tenido que inyectarle un sedativo, una dosis suficiente para tranquilizarlo, sin llegar a dormirlo.

Me ha avisado Ramiro que todos están abajo y que Lykos quiere subir, se ha pasado mi orden de no entrar en mi casa por el culo, armando un escándalo con mis hombres de seguridad. Si no fuera por mi hijo, juro ya hubiera llamado a la policía para llevárselo.

-¡Suéltame ya! -forcejea entre Romeo y dos otros de mis hombres de seguridad- ¡Ella tiene que escucharme! ¡Tengo derecho a explicarle lo que realmente sucedió!

Dice furioso.

Estoy de pie en el último escalón del segundo piso, mirando la escena que Lykos Lancier está montando en mi casa, con mi padre arriba luchando contra sus demonios por su culpa.

No me cabe en la cabeza lo imbécil y lo estúpida que he sido al creerlo, al tragar todo lo que me decía y por no haber visto desde el minuto uno, que para él todo había sido un plan, un maldito plan en el que caí como una niña.

-Lykos, creo que lo mejor sería darle tiempo a Calypso para procesar toda la situación.

Jenna trata de calmarlo. Cuando ve su intención de no forcejear más con los guardias, se acerca a él, con las manos en alto en signo de que no quiere pelear con él.

-Ella está dolida por todo esto, es su padre, Lykos, la persona que más ama en este mundo.

Lykos la mira, quiere hablar y luego cierra la boca.

-Mira -se acerca hasta tocarle el brazo- te propongo una cosa. Tú, vete a tu casa y me dejes a mi hablar con ella. Ahora no te puede hablar por más líos que hagas.

-Las cosas no son como ella lo piensa, Jenna. Yo nunca le hice algo a su padre. La amo y no seré capaz de hacer nada que pueda dañarla.

Mete las manos en su cabello, lo peina hacia atrás, inquieto.

-Es la mujer de mi vida, Jenna, ¡No me puede alejar así como así! -intenta pasarse por su lado.

-Lo mejor será que te vayas -por primera vez Jemison habla-, verte aquí ahora no es algo que ella quiera.

-¡Calypso! -volteo al escuchar la voz preocupada de Rafael- Por favor, ven.

Giro para tener los ojos de todos sobre mí. Lykos me mira suplicante, quiere que lo escuche, y lo haré, pero no ahora. Lo importante ahora es mi padre, saber que va a estar bien.

-¿Pasa algo, Rafael? -mi padre sigue acostado, con los ojos abiertos.

Cierro la puerta al ingresar completamente en la habitación.

-Ha pronuncia tu nombre, quizás se este recordando de algo.

Ojalá.

LA RULETA NEGRA [+21] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora