Sueño #.23: Seraphina y la Luna de Cristal.

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En el gélido y encantado reino de Niflheim, donde la nieve susurraba secretos y las flores de cristal bailaban al amanecer, vivía una princesa elfa llamada Seraphina. Seraphina tenía cabellos como la nieve misma y ojos que reflejaban el color del cielo al atardecer. La princesa elfa amaba pasear por los jardines nevados de su palacio, hablando con las mariposas y escuchando las melodías que las aves cantaban. Pero lo que más amaba Seraphina era la luna. Cada noche, salía a su balcón y le cantaba a la luna de cristal que iluminaba su reino. Una noche, la luna no apareció. El cielo estaba oscuro, y las estrellas parecían tristes. Preocupada, Seraphina decidió ir en busca de la luna. Se puso su capa de terciopelo azul y salió del palacio, guiada por la luz de las luciérnagas. Viajó a través de bosques y montañas, hasta llegar al fin del mundo, donde el cielo tocaba el mar. Allí encontró a la luna, atrapada en una red tejida por una bruja celosa. Con valentía, Seraphina enfrentó a la bruja y con palabras de bondad y comprensión, logró convencerla de liberar a la luna. La luna, agradecida, le concedió a Seraphina un deseo. La princesa elfa pensó en su reino, en su familia y en todos los niños del mundo. "Deseo que cada noche, cuando la luna brille en el cielo, traiga sueños dulces y tranquilos a todos los niños", dijo Seraphina. Y así fue. Desde esa noche, cada vez que la luna de cristal brilla en el cielo, los niños saben que es Seraphina cantándoles desde su balcón, asegurándose de que tengan los sueños más hermosos y pacíficos.

.Fin.

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