Sueño #.22: La Dama de Blanco.

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Hubo una vez, en el reino de Niflheim, una noche donde la luna llena bañaba las nieves con su luz pura. Cuando de a poco, una rayo de luz más brillante iluminó la arboleda de cristal en el templo de la ciudad. Desde este, descendio a la tierra un espíritu celestial. Era un ser de luz y belleza, un fragmento de la propia luna, que había elegido unirse al mundo terrenal.
Al tocar el suelo del bosque encantado, el espíritu de la luna tomó forma, transformándose en una princesa elfa de cabellos plateados y ojos que reflejaban las fases lunares. La llamaron Selene, y su presencia trajo equilibrio y armonía al reino de los elfos de las nieves.
Selene, la princesa elfa, tenía el don de la clarividencia y la sabiduría antigua. Bajo su reinado, los elfos prosperaron, y la ciudad floreció como nunca antes. La conexión de Selene con el cosmos permitía a su pueblo entender los misterios del cielo nocturno y las mareas de la vida. Cada plenilunio, Selene subía a la colina más alta del bosque para renovar sus votos con la luna. Allí, rodeada de sus elfos, entonaba cánticos que resonaban hasta el firmamento, y en respuesta, la luna derramaba bendiciones sobre la tierra.
La leyenda de la princesa elfa y su origen celestial se extendió por todos los rincones del mundo, inspirando a todos aquellos que soñaban con la magia y las maravillas del universo.

.Fin.

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