Cuentos de Alfheim.

Sueño #.17: Una Hermosa Ciudad Brillante.

En las tierras de Alfheim, donde los árboles cantan y las estrellas guían el destino de sus habitantes, un grupo de elfos soñadores se encontraba en desacuerdo con los antiguos ideales de su pueblo. Pues ansiaban más libertad, un lugar donde sus pensamientos y sueños pudieran florecer sin las restricciones de las tradiciones milenarias. Guiados por una visión compartida, estos elfos valientes emprendieron un viaje más allá de las arenas abrasadoras del desierto, un lugar donde pocos se atrevían a aventurarse. Con cada paso, dejaban atrás las sombras de las viejas normas, acercándose a la luz de un nuevo comienzo. Después de incontables lunas y soles, llegaron a las perdidas costas de Rieltom, un paraíso perdido que les prometía un nuevo hogar. Allí, con las manos entrelazadas y los corazones llenos de esperanza, comenzaron a construir su ciudad, que más tarde pasaría a llamarse Varisttavat.
Esta no era como ninguna otra ciudad. Sus muros y torres estaban incrustados con cristales que capturaban la luz del día y la liberaban por la noche, haciendo que la ciudad resplandeciera con un millón de luces bajo el manto oscuro del cielo. Las calles se llenaban de risas y música, y el aire vibraba con la magia de sus habitantes. Los elfos de Varisttavat, vivían por y para la comunidad, cada uno aportando su talento único para el bienestar de todos. Los artistas pintaban murales que contaban historias de valentía, los músicos creaban sinfonías que hacían danzar las estrellas, y los magos tejían encantamientos que protegían su amado hogar. Con el tiempo, la ciudad se convirtió en un faro de innovación y armonía, un testimonio de lo que puede lograrse cuando se persiguen los ideales de libertad y unidad. La ciudad brillaba especialmente bajo la oscuridad de la noche, no solo por sus cristales luminosos, sino también por el espíritu indomable de sus habitantes.

.Fin.