Sueño #.15: Una Isla de Zafiros.

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En un rincón olvidado del mundo, donde el cielo besaba el mar, y las olas susurraban secretos antiguos, vivía un elfo llamado Blixt. Su corazón, tan vasto como el océano, albergaba un amor profundo por una ángel de inigualable hermosura, cuyas alas brillaban con la luz de mil soles, su nombre era Kärlek. Blixt, cuya destreza en la arquitectura solo era superada por su valentía, le prometió a Kärlek un palacio celestial que reflejaría la pureza de su amor. En una isla secreta, donde las aguas destellaban con el azul zafiro de sus ojos, comenzó la construcción de un sueño. Con la ayuda de criaturas mágicas y el favor de los vientos, Blixt trabajó día y noche, tallando cada piedra con promesas de eternidad. Los zafiros y cristales se unían formando arcos y torres que alcanzaban el cielo, capturando la esencia de la belleza de Kärlek. El tiempo, cómplice de su amor, vio cómo la isla solitaria se transformaba en un archipiélago de esplendor. Cada isla, un reflejo del palacio central, se convirtió en hogar de seres de luz y esperanza. La ciudad resplandeciente, bautizada entonces como Safirvan, se erigía orgullosa sobre las aguas cristalinas, un monumento al amor entre un elfo y un ángel. Blixt y Kärlek, rodeados de la belleza que su amor había creado, vivieron días de felicidad infinita y Safirvan se convirtió en un faro de armonía, donde elfos y ángeles coexistían en paz, y la leyenda de su amor se extendió por los cuatro vientos, inspirando a todos aquellos que creían en la magia del amor verdadero.

.Fin.

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