Con Male habíamos decidido ir a la Bresh. Era una salida que necesitaba, algo para despejarme. Hace unos días había terminado con Iván, y andaba medio en bajón. Cuando terminás una relación de años, lo único que te ponés a pensar es: ¿qué mierda va a ser el resto de tu vida sin esa persona? ¿Al final no valió nada todo ese amor? La verdad, una angustia tremenda.
Después de bajar del uber, entramos al lugar. Estaba todo tan lleno de gente, una marea de cuerpos moviéndose al ritmo de la música. Malena movía la mano enfrente de mi cara y ahí reaccioné, estaba en mi propio mundo, pensando en otra cosa.
-Lucía, ¿estás bien? -dijo Male, mirándome con preocupación.
Asentí, intentando esbozar una sonrisa que no parecía muy convincente.
-Sí, Male, estoy bien -dije, tratando de sonar convincente.
Entramos hasta el lugar, y Male me sorprendió diciendo que había conseguido entradas VIP. Lo único que rezaba yo era no encontrarme con Iván. La Bresh era un lugar al que Iván y yo solíamos venir bastante; estar acá me traía un montón de recuerdos con él, pero sabía que tenía que dejar de pensar en eso. Ya fue, él es parte del pasado.
Nos movimos hacia el medio de la pista y empezamos a bailar. La música estaba buenísima, los DJ la rompían. Pero yo, en vez de disfrutar, miraba alrededor. No sé por qué me sentía perseguida, como si en cualquier momento Iván fuera a aparecer de la nada y toda mi noche se fuera a la basura.
Male, que me conoce mejor que nadie, notó que algo me pasaba.
-Dale, Lu, aflojá un poco -me dijo mientras movía sus caderas al ritmo de la música-. Estás muy tensa, disfruta.
Hice un esfuerzo consciente por relajarme. La música era contagiosa, y poco a poco empecé a soltarme. Empecé a moverme más, a dejarme llevar por el ritmo. Era lo que necesitaba, un poco de desconexión de todo lo que había pasado últimamente.
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Con Male ya habíamos tomado bastante, el ambiente estaba a pleno y la música no paraba de sonar. Seguimos bailando, y en un momento vi cómo Male se iba con un castaño hermoso que la estaba encarando. No me importó mucho, sabía que la joda no dependía solo de ella. Tenía que disfrutar por mi cuenta, aprovechar la noche para mí misma.
Miré mi vaso y me di cuenta de que me había quedado sin cerveza. Decidí ir a la barra, aunque había una fila de la puta madre. Me armé de paciencia y esperé. Mientras estaba ahí, se me acercó un chico.
-Sos nueva, ¿no? Nunca te vi por acá -me dijo, con una sonrisa.
-Sí -respondí sin mirarlo mucho, más concentrada en avanzar en la fila.
Finalmente, llegó mi turno y pedí la birra. Giré para mirar al chico y me sorprendí. Era rubio, con rulos que le llegaban hasta los hombros. Tenía algo en su mirada, una chispa de curiosidad y diversión.
-¿Querés bailar conmigo? -pidió el chico, y vi que era la oportunidad perfecta para seguir disfrutando la noche.
-Dale, vamos -acepté con una sonrisa.
Volvimos a la pista donde estaba la gente bailando. La música estaba a todo volumen, y el lugar vibraba con la energía de todos. Me puse a bailar con el chico mientras tomaba mi vaso.
Él se movía con soltura, con una confianza que se contagiaba.------
Ambos estábamos tan cerca, que podía sentir su respiración sincronizada con la mía. Él me miraba con esos hermosos ojos marrones y esa sonrisa que se extendía de punta a punta. "La puta madre, qué chabón más hermoso", pensé, mientras me derretía bajo su mirada. Era como si sus ojos tuvieran una especie de magia, algo que me atraía inevitablemente hacia él.
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𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨
Fanfiction"𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐚𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨." "𝐲 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐚.."