Estaba en mi habitación, sentada en el piso, hablando por teléfono con Malena.
-¿Me voy a enamorar algún día o nunca va a pasar? Ni siquiera sé lo que quiero, y a veces me harto -dije mientras pasaba mis manos por mi pelo. Era verdad, había momentos en los que no me aguantaba a mí misma, me sentía una estúpida cada vez que me gustaba alguien. -¿Por qué cuando quiero a alguien de verdad siempre tiene que ser un tipo egoísta que solo piensa en sí mismo? Como me pasó con Iván. ¿Por qué las cosas nunca me funcionan con los chicos que realmente se preocupan por mí y me quieren de verdad? -prosiguió, mientras empezaba a temblar de frío.
-Aún así, aunque haya alguien a tu lado, todos estamos solos, Lucía. No hay nadie que vaya a estar ahí para siempre. Cada uno sigue su camino. Por eso sé que creer que alguien es tuyo es demasiado estúpido. Pero a veces te das cuenta de que estás sola y saberlo sigue doliendo -dijo Male, con esa sabiduría que la caracteriza. Yo pensaba que Guido ya era mío solo porque le hice una paja caliente y porque nos besamos.
-Male... por mucho que pueda querer a alguien, para mí no habrá otro héroe. Solo vos, porque no hay nadie más especial que vos. Nunca hubo y nunca lo habrá. Gracias por soportarme siempre -le dije, con sinceridad.
-¿Y qué podemos hacer si estás enamorada? Una mujer es feliz al lado del hombre que ama, sea como sea ese hombre, a pesar de que le haga sufrir.
-Ni siquiera nos despedimos, Malena -dije, mirando la habitación desordenada, que necesitaba un buen orden para mañana.
-Guido va a ser nostalgia, ya te vas a olvidar de él... Bueno, amiga, me voy a dormir. Te amo mucho. Cuando llegues a Ezeiza, me llamas y te busco -dijo Male y cortó la llamada.
Era plena madrugada, así que empecé a ordenar toda la ropa y a ponerla en la valija.
"Agosto se transformó en un instante en el tiempo. Nunca fuiste mío, y me costó entenderlo."
Terminé de doblar todo y me dormí un rato más.
Sonó la alarma y me fui al baño a hacer mis cosas y a bañarme. Salí del baño y me preparé. Agarré mi valija y nos encontramos todos en la recepción. Miré a Guido, que estaba con una sonrisa de punta a punta. Claro, sí, seguro la paraguaya se comió el pedazo de chipa que tiene.
Miré a la "peli naranja", y a los otros hermanos. Todavía no tenía ni idea de quién era la peli naranja, pero por cómo miraba, me daba un poco de cosa; parecía tener pinta de forra.
Nos subimos a la camioneta y fuimos directo al aeropuerto. Dejamos nuestras valijas y las fans se acercaban. La peli naranja me agarró del brazo y nos adelantamos. La miré y levanté una ceja.
-No nos presentaron los chicos. Soy Rache, un gusto -dijo ella con una sonrisa.
-Soy Lucía, el gusto es mío -le respondí, devolviéndole la sonrisa.
-¿Cómo se conocieron ustedes? -preguntó, todavía con esa sonrisa.
¿Cómo le digo que conocí a Guido en la Bresh, que me lo chapé y después me llevó a mi casa? Iba a pensar que era alta gata, y no es así; cuando nos conocimos, ni yo sabía quién era. Pensé que era un pibe random.
-Mi amiga me llevó a uno de sus recitales y, bueno, Guido me vio y hablamos. Le dije que trabajo haciendo portadas, hablo con los chicos y, bueno, acá estoy. ¿Vos sos su manager, no? -dije, y ella asintió.
-¿No te llena el alma ver cómo las fans conocen a sus ídolos? No hay cosa más hermosa: una foto, un autógrafo, son cosas que no van a olvidar nunca.
-Es una sensación hermosa -dije, mientras los chicos terminaban y nos dirigíamos a dar los boletos. Luego, nos fuimos al avión. Me senté en mi lugar y me puse los auriculares.
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𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨
Fanfiction"𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐚𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨." "𝐲 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐚.."