35; nuevo hogar.

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POV LUCÍA.

Estábamos por Palermo, a punto de ver mi nuevo departamento. Entramos al edificio y nos dirigimos al ascensor. Cuando entramos, vimos a un chico de ojos claros que a mí se me hacía conocido, pero no sabía de dónde.

Miré a Guido y lo vi ponerse pálido al ver al chico de ojos claros.

—¿Qué pasa, gordo? —pregunté mientras levantaba una ceja. Me di cuenta de que el chico de ojos claros nos estaba mirando y Guido se puso más nervioso. Él negó con la cabeza y sonrió. Conociéndolo, de seguro no podía hablar por los nervios.

Llegamos a mi piso y salimos del ascensor.

—Ese... era un jugador de Boca, va, ahora está en Platense —dijo Guido, y lo miré extrañada.

—¿Y por qué no le pediste una foto, Guido?

—Y quedé re acosador. Estamos en su edificio, donde vive, tonta. —Solté una risa y fui a la puerta de mi nuevo departamento. Abrí la puerta y me metí.

—Ay, qué hermoso, gorda. Bastante grande, ¿no te parece? —me miró Guido y yo sonreí, poniendo mis manos en su cintura.

—Venite a vivir conmigo, dale, Guido. —Le hice ojitos y él se quedó callado.

Seguí mirándolo. —Bueno, igual si no querés, no importa. Supongo que nos las vamos a arreglar. —Me acerqué a él y le di un pico. —Forro de mierda. —Me separé y fui a mirar al balcón.

Me quedé mirando la calle un rato hasta que apareció Guido para abrazarme por detrás.

—¿Sabes que me di cuenta de algo últimamente? —apoyó su cabeza en mi hombro.

—¿Qué cosa, corazón?

Él se me quedó mirando y me besó la mejilla.

—Nah, creo que es una boludez.

—Che, ¿qué hora es? Tenemos que ir al aeropuerto, boludito. —dije y él se separó.

—Creo que fue mala idea venir acá ahora; estamos llegando tarde. —dijo, y ambos salimos corriendo.

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Estaba algo cansada, así que me senté. Rache se puso enfrente mío.

—Che... —me miró preocupada Rache.

—¿Qué pasa? —dije.

—Vos estás embarazada, ¿no? —La miré sorprendida y me tapé la cara.

—¿Cómo te diste cuenta?

—Y, amiga... te crecen las tetas, ahora te cansas a cada rato y te desapareces un montón para ir al baño... ¿Le dijiste a Guido? —dijo Rache, y yo negué.

—Cuando le vas a decir?

—Todavía no. —Suspiré, sintiéndome un poco abrumada. No sabía cómo iba a reaccionar Guido. La idea de contarle me daba miedo, pero al mismo tiempo, sentía una mezcla de emoción y ansiedad.

Rache me miró con una mezcla de preocupación y apoyo. —Lucía, es importante que se lo digas. No se trata solo de vos, ahora hay un bebé en juego.

—Lo sé, pero no quiero que se asuste. La situación entre nosotros fue complicada. No quiero que se sienta presionado o que crea que esto es un error.

—Pero no es un error, Lucía. Es una nueva vida. —Rache tomó mi mano. —A veces, las cosas no salen como planeamos, pero eso no significa que no puedan ser hermosas.

—Sí, ya sé. Pero quiero asegurarme de que estamos bien antes de soltarle esa bomba. No quiero que se sienta atrapado.

—Entiendo, pero también tenes que cuidar de vos misma. No podes cargar con esto sola.

𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora