𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨

13;agitados.

POV GUIDO

Nos quedamos en el auto enfrente del edificio. Pato y Gastón me miraron.

-¿Qué pasa? -dije.

-Vos le tenés unas ganas a Lucía, no te hagas el boludo -dijo Pato riéndose mientras miraba a Gastón.

-¿La querés perder? -preguntó Gastón.

Negué con la cabeza.

-¿Hace cuánto que te gusta? -preguntó Gastón.

-Nos conocimos en la Bresh, chapamos y después nos reencontramos en un recital. Desde ese día me gusta, pero también anduve con cada mina intentando olvidarme, ya que creía que ella no superaba al ex y quería olvidarme de eso. Pero hoy me di cuenta de que no podía quedarme parado, mirando, sabiendo que me gusta una banda.

-Entonces esforzate, arriésgate.

Ahí fue cuando me hizo un clic en la cabeza. Me bajé del auto corriendo y entré al edificio.

---

POV LUCÍA

Había entrado a mi departamento y tenía un mensaje de Malena diciendo que se iba a quedar a dormir en lo de su "novio". Sonreí. Fui a mi habitación, me saqué la ropa y me quedé en ropa interior. Mientras miraba el mueble, me encontré con la remera que me había regalado Guido. Acerqué la remera a mi nariz y sentí su perfume. Me puse la remera, prendí el televisor y puse música.

Hacía mucho que no tenía la casa sola. Me senté en el sofá mientras escuchaba la música, pero de repente escuché que tocaban la puerta. Bajé el volumen del televisor.

-¿Qué pasó, Male? ¿Te peleaste con tu... -dije antes de abrir la puerta y no era Malena... era Guido.

-¿Qué pasó? -dije, y me di cuenta de que estaba casi en bolas. Me sonrojé.

-Tenemos que hablar. -Se me puso la piel de gallina y sentí un nudo en la garganta. Asentí y lo dejé pasar.

Él se sentó en mi sofá y yo cerré la puerta, para luego ir a sentarme a su lado.

-¿Qué pasó? -dije tratando de sonar seria, pero por dentro casi se me sale la voz temblorosa.

-Nosotros no somos amigos... -dijo él mientras me miraba. -Actuamos como si estuviéramos saliendo, cuando en realidad... me pareces la mina más hermosa del mundo. Por ahí yo confundo las cosas, o tal vez haces eso conmigo porque sos amiga y querés mantenerte ahí.

Lo miré, pensando en qué carajo estaba pasando. ¿Acaso le gustaba yo?

-¿Te estás refiriendo a que para hacer algo, tenemos que empezar a salir? -y él asintió. Sonreí.

-Está bien, no tengo problema; vos también me pareces el pibe más hermoso del mundo. -Dije, y me senté más cerca de él, ya no sabía ni cómo actuar después de eso.

Él puso su mano en mi muslo. Yo me acerqué a él y le di un pico.

Él sonrió y me besó. Fue un beso tranquilo, lo acepté; total, teníamos todo el tiempo del mundo para estar así y esta vez no íbamos a ser interrumpidos.

Él me alzó y nos fuimos a mi cuarto. Me apoyó en la cama con algo de delicadeza. Yo seguía besándolo, mientras colocaba mis manos en su pelo.

El beso se volvió cada vez más salvaje; empezamos a mover nuestras lenguas, algo desesperados. Hasta que él se separó y empezó a dejarme marcas en el cuello.

Él estaba encima mío; una de sus manos fue a uno de mis senos y la otra recorría mis muslos. La excitación que sentía no podía explicarlo.

Comenzó a mover sus dedos sobre mi tanga con movimientos ligeros.