Me desperté y, al tocar el lugar donde se suponía que estaba Guido en la cama, me di cuenta de que no estaba. Me levanté y me di cuenta de que él se había ido del departamento. Fui al baño, me lavé los dientes, hice mis cosas y luego miré los muebles de Guido, buscando algo que me sirviera para prepararme un café.
Encontré lo necesario y empecé a hacerme el café. Me senté en la mesa y me puse a mirar TikToks mientras disfrutaba mi café. En eso, escuché la puerta principal abriéndose, miré y vi a Guido entrando con una bolsa.
-Traje facturas -anunció, y no pude evitar sonreír. -En unos días vamos a Paraguay, así que tomate esos días para prepararte.
-Bueno -respondí, mientras agarraba una factura y comenzaba a comer.
Después de desayunar, él me llevó a mi casa. Nos despedimos con un beso en la mejilla y entré al departamento. La sonrisa que tenía de oreja a oreja no podía explicarla; era una felicidad desbordante y no podía dejar de sonreír. Aunque lo intentara, no podía contenerme.
Malena hoy tenía el día libre. La abracé por detrás y luego me separé. Ella se dio cuenta de mi alegría.
-Amiga, holaa -dijo, y yo me senté en el sofá.
-Si te cuento lo que pasó, te morís -le dije, mirándola a los ojos.
-¿TE LO GARCHASTE? -me miró con asombro y yo negué con la cabeza.
-¿Cómo carajo haces para llegar a los veintiséis SIN COGER? -preguntó, claramente sorprendida.
-Tuve una mamá que no me dejaba salir de casa, y mi ex novio no le gustaba tener relaciones. Así de fácil -le expliqué.
-Entonces, ¿qué fue lo que te puso tan feliz? -inquirió, intrigada.
-No te voy a decir, puta -dije riéndome, recordando cada momento de lo que sucedió anoche.
Cada vez que me acordaba de cómo nos besábamos, no podía evitar morderme el labio.
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Pasaron algunos días y estábamos todos juntos en una camioneta yendo hacia Ezeiza. Marcos ya estaba allá con todos los instrumentos. Por alguna razón, él y otro equipo tenían que viajar separados de nosotros. Yo, en teoría, también tenía que ir con ellos, pero los chicos se preocupaban tanto por mí que decidieron llevarme con ellos.
La manager nos contaba un poco sobre el lugar donde íbamos a tocar en Paraguay. En la camioneta, me di cuenta de que Guido le prestaba más atención a su celular que a nosotros, pero bueno, qué se yo.
Después de un rato, llegamos a Paraguay. La gente estaba enloquecida; los chicos agarraban sus mochilas y valijas y yo iba detrás de ellos. Las chicas que había ahí se le tiraban encima, mientras miraba a Gastón, que estaba con un globo y sonreía, mientras Pato daba autógrafos y Guido se sacaba fotos. Yo me quedé a un costado para no ser una molestia.
Luego empezaron a venir los guardaespaldas y nos llevaron hacia la camioneta. Entramos todos y nos fuimos directo al hotel.
Me acosté en la cama y me dormí un rato. De repente, escuché unos golpes en la puerta y me levanté asustada.
-Gastooonnnnn! -sonreí y me hice a un lado. -¿Cómo sabías mi habitación? -le pregunté.
-La de recepción me dijo... permiso -dijo él mientras entraba.
Pasó y yo me senté en el sofá.
-Solo había venido a ver si estabas bien. ¿Te sentís mejor después de ese viaje a tu ciudad? -preguntó, y yo asentí.
-Sí, sí, más o menos. Me crucé con mi ex pareja y fue medio raro, pero no importa.
-Quería saber cómo te estás tomando el trabajo. ¿Te sentís cómoda? ¿Te molesta venir con nosotros en el mismo avión? Cualquier cosa te mandamos con Marcos, tranquila.
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𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐫𝐨𝐜𝐤. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨
Fanfiction"𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐚𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨." "𝐲 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐚.."